Objetivos
Objetivos
Objetivos
Objetivos
Grupo: Título del recurso
Priorización 2023-2025: Aprendizajes Basales
LE04 OA 04
Profundizar su comprensión de las narraciones leídas:
- extrayendo información explícita e implícita
- determinando las consecuencias de hechos o acciones
- describiendo y comparando a los personajes
- describiendo los diferentes ambientes que aparecen en un texto
- reconociendo el problema y la solución en una narración
- expresando opiniones fundamentadas sobre actitudes y acciones de los personajes
- comparando diferentes textos escritos por un mismo autor.
Clasificaciones
Curso: 4° básico
Asignatura: Lenguaje y comunicación / Lengua y literatura
Textos Escolares oficiales 2023
Actividades de apoyo pedagógico
Material didáctico
Evaluaciones del programa
Lecturas
Lecturas sugeridas y bibliografía
Libros Biblioteca Digital Escolar (BDE)
Indicadores
Indicadores Unidad 1
- Aluden, en sus comentarios orales y escritos, a información explícita de un texto.
- Contestan, oralmente o por escrito, preguntas que aluden a información implícita del texto.
- Explican las consecuencias que tienen las acciones de ciertos personajes.
- Explican, oralmente o por escrito, los problemas que enfrentan los personajes y cómo se resuelven.
- Comunican qué sentirían ellos si estuviesen en el lugar de determinado personaje mediante comentarios orales o escritos, dramatizaciones, dibujos u otras manifestaciones artísticas.
- Describen a los personajes usando información explícita e implícita del texto.
- Comparan personajes de diferentes textos en organizadores gráficos, redacciones o comentarios, señalando en qué se parecen y qué diferencias son significativas.
- Subrayan en el texto adjetivos o frases que describen el ambiente.
- Describen, dibujan o recrean el lugar donde ocurre el relato.
- Expresan una postura frente a un hecho, una acción o una actitud de un personaje del texto leído.
- Fundamentan su postura a partir de ejemplos del texto.
- Explican por escrito las similitudes que existen entre al menos dos textos escritos por un mismo autor.
Indicadores Unidad 2
- Aluden, en sus comentarios orales y escritos, a información explícita de un texto.
- Contestan, oralmente o por escrito, preguntas que aluden a información implícita del texto.
- Explican las consecuencias que tienen las acciones de ciertos personajes.
- Explican, oralmente o por escrito, los problemas que enfrentan los personajes y cómo se resuelven.
- Comunican qué sentirían ellos si estuviesen en el lugar de determinado personaje por medio de comentarios orales o escritos, dramatizaciones, dibujos u otras manifestaciones artísticas.
- Describen a los personajes usando información explícita e implícita del texto.
- Comparan en organizadores gráficos, redacciones o comentarios, personajes de diferentes textos, señalando en qué se parecen y qué diferencias son significativas.
- Subrayan adjetivos o frases en el texto que describen el ambiente.
- Describen, dibujan o recrean el lugar donde ocurre el relato.
- Expresan una postura frente a un hecho, una acción o una actitud de un personaje del texto leído.
- Fundamentan su postura con ejemplos del texto.
- Explican por escrito las similitudes que existen entre al menos dos textos escritos por un mismo autor.
Indicadores Unidad 3
- Aluden, en sus comentarios orales y escritos, a información explícita de un texto.
- Contestan, oralmente o por escrito, preguntas que aluden a información implícita del texto.
- Explican las consecuencias que tienen las acciones de ciertos personajes.
- Explican, oralmente o por escrito, los problemas que enfrentan los personajes y cómo se resuelven.
- Comunican qué sentirían ellos si estuviesen en el lugar de determinado personaje por medio de comentarios orales o escritos, dramatizaciones, dibujos u otras manifestaciones artísticas.
- Comparan en organizadores gráficos, redacciones o comentarios, personajes de diferentes textos, señalando en qué se parecen y qué diferencias son significativas.
- Subrayan adjetivos o frases en el texto que describen el ambiente.
- Describen, dibujan o recrean el lugar donde ocurre el relato.
- Expresan una postura frente a un hecho, una acción o una actitud de un personaje del texto leído.
- Fundamentan su postura con ejemplos del texto.
Indicadores Unidad 4
- Aluden, en sus comentarios orales y escritos, a información explícita de un texto.
- Contestan, oralmente o por escrito, preguntas que aluden a información implícita del texto.
- Explican las consecuencias que tienen las acciones de ciertos personajes.
- Explican, oralmente o por escrito, los problemas que enfrentan los personajes y cómo se resuelven.
- Comunican qué sentirían ellos si estuviesen en el lugar de determinado personaje a través de comentarios orales o escritos, dramatizaciones, dibujos u otras manifestaciones artísticas.
- Comparan en organizadores gráficos, redacciones o comentarios, a personajes de diferentes textos, señalando en qué se parecen y qué diferencias son significativas.
- Subrayan adjetivos o frases en el texto que describen el ambiente.
- Describen, dibujan o recrean el lugar donde ocurre el relato.
- Expresan una postura frente a un hecho, acción o actitud de un personaje del texto leído.
- Fundamentan su postura con ejemplos del texto.
- Describen los temas que usa un autor, por ejemplo, "Me gustan las novelas de Eric Wilson, porque tratan sobre crímenes".
- Mencionan los recursos que usualmente emplea un mismo autor, por ejemplo, "Me gustan las ilustraciones que aparecen en Ogú y Mampato, porque muestran situaciones divertidas. Además me gusta la manera como hablan los personajes en esos comics, Ogú habla muy gracioso".
- Explican por escrito las similitudes que existen entre al menos dos textos escritos por un mismo autor.
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Preguntas
Una extraña presa
Enunciado
Una extraña presa
Érase una vez dos amigos que salieron a cazar nutrias. Cuando llegaron al recodo del rio, se pusieron a buscar madrigueras. De repente, uno de ellos creyó ver algo rojizo que se movia a toda velocidad, corría por la orilla como una flecha y se ocultaba en un agujero que había cerca de un árbol.
Un amigo le preguntó al otro:
-¿Qué ha sido eso? Era demasiado grande para ser una ardilla y demasiado pequeño para ser un zorro. ¿Has visto alguna vez una nutria con el pelo rojo?
Ninguno de los dos había visto jamás una nutria como aquella, pero pensaron que tenía que serlo por fuerza, así que decidieron cazarla. Se acercaron cautelosos a la madriguera y vieron que tenía dos entradas, una a cada lado del árbol.
-Necesitaremos un saco -, dijo uno de ellos que fue a pedirlo prestado en una granja cercana.
Cuando regresó, puso el saco en una de las bocas de la madriguera mientras su amigo vigilaba por el otro lado, haciendo ruido para que el animal se asustara y saliera disparado. Al poco rato, notaron que el animal había caído en la trampa y ya estaba dentro del saco. Después de cerrarlo, los dos amigos regresaron a casa muy contentos con su botín.
Caminaban tranquilamente cuando, de repente, escucharon una vocecita que salía del saco.
-Mi madre me está llamando, mi madre me está llamando.
Asustados, soltaron el saco de un impulso y vieron algo que salía corriendo. Iba vestido de rojo de la cabeza a los pies: gorrito, pantalones, chaqueta y zapatos. Mientras corría a resguardarse bajo unos arbustos, los dos hombres se dieron cuenta de su gran confusión: no era una nutria, ¡sino un duende!
Muertos de miedo, los cazadores echaron a correr y no pararon hasta llegar a casa. Desde aquel día, jamás volvieron a cazar en aquel recodo del río.
Recodo | Curva cerrada que forma una cosa alargada que cambia brusca y considerablemente de dirección, como una calle, un camino, un río, etc. |
Cautela | Cuidado y reserva de una persona al hablar o actuar para prevenir un daño o un peligro o para evitar que su presencia sea advertida. |
Madriguera | Cueva o cavidad pequeña estrecha y generalmente profunda que excavan el conejo, el topo y otros animales salvajes de pequeño tamaño para refugiarse y tener sus crías. |
Botín | "Recompensa" que se obtiene tras una situación. |
Anónimo. (2016). 365 Cuentos y rimas . New York: Parragon.
¿Qué buscaban los amigos en el recodo del río?
Alternativas
A) Nidos de aves
B) Madrigueras.
C) Insectos.
D) Cuevas.
Respuesta
B
En el primer párrafo cuenta que los amigos, al llegar al recodo del río, comenzaron a buscar madrigueras, esto para poder atrapar a las nutrias que habían ido a cazar . Así, la respuesta corrrecta es B.
El dragón de las palabras
Enunciado
El dragón de las palabras
Hace mucho, mucho tiempo, a fines de la era de los dragones y los castillos, circulaba una leyenda en torno a una bruja tremendamente malvada.
En muchos lugares se había oído y asegurado su existencia y, aunque nadie aseguraba haberla visto jamás, todos parecían saber cosas de ella. Habitaba en un castillo lejano en Europa, pero se decía que era tan poderosa que a todas partes del mundo podía hacer llegar su maldad.
Aquella malvada bruja no quería que el pueblo conociese la lectura, y hacia que su dragón quemara todos y cada uno de los libros que se escribían en el mundo. La bruja tenía miedo de que la gente leyera y aprendiera a pensar.
Así fueron pasando los años, y los hombres, poco a poco, se olvidaron de leer y de pensar. Los niños, por su parte, crecieron comunicándose por señas, balbuceando palabras aisladas que jamás veían escritas en ningún lugar, y cuyo significado no llegaban a comprender y nadie les sabía enseñar ya.
El dragón de la horrible bruja, que observaba con tristeza lo que había hecho y hasta donde había llegado la maldad de su dueña, decidió luchar contra ella. Frente a la bruja, el dragón abrió su boca para expulsar una gran bola de fuego, como aquella con la que había hecho arder todos y cada uno de los libros, obligado por la bruja. Pero de la boca del dragón no salía fuego, solo expulsaba palabras, de tantos libros que había quemado.
Impresionado, el dragón sopló y sopló hasta sacar de su interior la última letra. Y estas, poco a poco, fueron dando forma a las palabras, las palabras a las frases, y las oraciones a todos y cada uno de los libros perdidos. ¡Qué espectáculo de formas y colores, que creaban un hermoso arcoiris! Las vocales danzaban y giraban dando vueltas como locas, y los personajes de cuento más famosos buscaban ansiosos su hogar, revoloteando por ahí y por allá.
De esta forma, el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja, quien quedó finalmente sepultada bajo las toneladas de libros que el dragón consiguió devolver al mundo tras sus grandes bocanadas de aliento.
Todos, muy felices, fueron recogiendo cada uno de los libros, dispuestos a colocarlos en las bibliotecas, en las escuelas y en las estanterías de sus casas. Tras ello, se dirigieron al dragón para agradecerle el haberlos liberado de la terrible maldición de la bruja, pero no pudieron darle las gracias, ya que había dado en su lucha hasta la última gota de su feroz aliento.
Almudena Orellana, adaptación. En https://laisladeloscuentos.com.mx/el-dragon-de-las-palabras/
Según el relato, ¿cómo era el espectáculo producido por el dragón frente al castillo?
Alternativas
A) Los personajes más famosos de los cuentos huían del fuego del dragón.
B) Las personas recogían los libros y los ponían en la biblbioteca.
C) Las formas y colores creaban un hermoso arcoiris.
Respuesta
C
En el sexto párrafo del texto, se relata lo siguiente: "(...) ¡Qué espectáculo de formas y colores, los cuales creaban un hermoso arcoíris!". De esta forma, la respuesta correcta es C.
La liebre y la tortuga
Enunciado
La liebre y la tortuga
Una vez, una liebre se burlaba de las patas tan cortas y de la lentitud al caminar de una tortuga, sin embargo, esta no se quedó callada y se defendió lanzando una risa y diciéndole a la liebre:
- Puede que seas muy veloz, amiga liebre, pero estoy más que segura de que podré ganarte una carrera.
La liebre sorprendida por lo que le dijo la tortuga, aceptó el reto sin pensarlo dos veces, ya que ella estaba muy segura de que ganaría a la tortuga a ojos cerrados. Entonces, ambos propusieron a la zorra que fuese ella quien señalase el camino y la meta.
Días después, llegó el esperado momento de la carrera y, a la cuenta de tres, se inició la carrera. La tortuga no dejaba de caminar y caminar, pero, a su lento paso, avanzaba tranquilamente hacia la meta.
En cambio, la liebre corrió tan rápido que dejó muy atrás a la tortuga. Al darse la vuelta y ya no verla, la liebre vio seguro su éxito sobre la carrera y decidió echarse una siesta.
Poco después, la liebre despertó y vio si por atrás seguía sin llegar la tortuga, pero al mirar hacia la meta, vio a la tortuga muy cerca de la final, y a pesar de su intento desesperado por correr lo más rápido posible para llegar primero, no lo logró y ganó la tortuga.
Moraleja: Con seguridad constancia y paciencia, aunque parezcamos lentos, siempre lograremos el éxito. Recuerden: poco a poco se llega muy lejos.
Esopo. (2004). Cuento Contigo. Santiago de Chile: CEP.
¿De qué se burlaba la liebre?
Alternativas
A) De la risa de la tortuga y de su forma de hablar.
B) De las patas cortas de la tortuga y de su lentitud al caminar.
C) De las palabras de la tortuga cuando dijo que ganaría la carrera.
Respuesta
B
La respuesta correcta a esta pregunta aparece textual en la fábula. En el comienzo se señala que la liebre se burlaba de las patas tan cortas y la lentitud de la tortuga. Así, la alternativa correcta es B.
El duende travieso
Enunciado
El duende travieso
Érase una vez un recolector de aulagas, también conocidas como ramas espinosas. Un día, el recolector estaba entretenido en su tarea, cuando vio un duende que dormía sobre un arbusto. El hombre se quitó el manguito que llevaba para trabajar, se acercó sigilosamente al duende y lo metió dentro. Lo llevó a su casa con mucho cuidado y lo puso junto a una chimenea.
Cuando el duende despertó, se sintió como en casa y, enseguida, se puso a jugar con los niños. Agradecido, le prometió al hombre que le enseñaría un lugar en las colinas, lleno de vasijas de oro.
Varios días después, todos los vecinos se juntaron para recolectar las ultimas aulagas y, después, lo celebraron con una suculenta comida en casa del hombre. Para que nadie descubriera su secreto, el dueño de la casa encerró al duende con los niños en el granero.
Pero el duende y sus compañeros de juego eran muy astutos y no tardaron en escaparse. Horas antes habían estado bailando y jugando al escondite alrededor del gran montón de aulagas del patio.
Estaban entretenidos cuando él y los niños vieron a un hada y a otro duende buscando algo, notoriamente desesperados.
-Pobre hijito -, dijo el hada- ¿Dónde se habrá metido? ¿Y si no vuelvo a verle nunca más?
-Vuelvan adentro -, pidió el duende a los niños-. Mis padres me están buscando, tengo que volver con ellos. ¡Estoy aquí, mamá!
Y antes de que los niños se dieran cuenta, su compañero de juegos había desaparecido con sus padres.
Cuando le contaron a su padre lo que había pasado, este se puso hecho una fiera y les dio un gran regaño por haberse escapado del granero. Después de esto, el recolector de aulagas volvió de vez en cuando a las colinas para ver si encontraba algún duende o alguna vasija de oro. Sin embargo, jamás volvió a ver al duende ni pudo encontrar el tesoro.
Anónimo. (2016). 365 Cuentos y Rimas. New York: Parragon
Aulagas | Ramas espinosas. |
Suculento | Que es sabroso y sustancioso. |
Regaño | Reto o llamada de atención realizada con enojo |
.
¿Por qué el dueño de la casa encerró en el granero al duende con los niños?
Alternativas
A) Para que el hada no lo encontrara.
B) Para proteger al duende de los vecinos.
C) Para que los niños pudieran bailar y jugar con él.
D) Para que nadie supiera que tenía un duende en su casa.
Respuesta
D
El texto dice "Para que nadie descubriera su secreto, el dueño de la casa encerró al duende con los niños en el granero". De esta manera, se puede inferir que "el secreto" era la esstadía del duende en su casa.
La balanza de plata
Enunciado
La balanza de plata
En un pueblo de España, un pequeño negocio cerró definitivamente y quedó abandonado. Pasó el tiempo y nadie volvió a interesarse por ese local, por lo que poco a poco fue perdiendo la belleza de antaño. Un día, unos niños que jugaban en la calle se dieron cuenta de que una de las ventanas estaba rota. No lo dudaron: se subieron unos encima de otros y consiguieron entrar.
¡Qué decepción se llevaron! La vieja tienda estaba sucia y cubierta de polvo. Olía a humedad, se veían telarañas por todas partes y no había más que un par de sillas viejas y algunos muebles que ya no servían para nada. Ya se iban, cuando uno de los muchachos descubrió que había una balanza muy extraña, la cual tenía un misterioso adorno en el centro. Un segundo después, seis caritas curiosas la contemplaban.
Era una balanza de plata, estaba totalmente nueva y resplandecía como si le hubieran sacado brillo con un trapo esa misma mañana. Les pareció muy hermosa. Ellos no se imaginaban que era una balanza mágica. No servía para pesar alimentos, sino que pesaba las buenas y malas obras de todos aquellos que la tocaban.
Uno de los niños, que era un chico bueno y generoso, puso su mano sobre el curioso adorno. El lado derecho de la balanza se inclinó y, de repente, una intensa luz iluminó la habitación. De su plato comenzaron a salir cientos de estrellitas, tantas como cosas buenas había hecho el pequeño durante su corta vida. Después la balanza volvió a equilibrarse y el resplandor desapareció.
Otro de los amigos, a quien todos consideraban un poco egoísta y envidioso, quiso intentarlo también. Tocó el adorno con su mano y la balanza se movió hacia la izquierda, iluminándose de nuevo. Los destellos eran tan fuertes que todos los niños tuvieron que mirar para otro lado, cegados por la luz. Esta vez del plato de la balanza comenzaron a salir espadas, tantas como las veces que el niño se había portado mal durante su vida.
Todos los muchachos fueron pasando en orden junto a la balanza, esto para conocer lo que ese objeto tenía que decirles. Después salieron disparados de allí para contarles a sus padres el genial descubrimiento.
Pronto se corrió la voz y la balanza de plata se hizo famosa. Cada tarde antes de cenar, decenas de niños empezaron a acercarse a la vieja tienda para tocarla. Si les mostraba estrellas, sabían que habían sido generosos, trabajadores y amorosos con sus padres, pero si por el contrario, la balanza les enseñaba espadas, comprendían que debían mejorar y hacer un esfuerzo por portarse mejor.
El paso del tiempo afectó a la balanza y un día, de tanto usarla, se estropeó. Todos los niños del pueblo lloraron de pura tristeza. La balanza vio las lágrimas de los pequeños y, por primera y última vez, les habló:
- Queridos niños y niñas. Durante meses les he mostrado sus buenos y malos comportamientos. Mi única intención era hacerlos reflexionar. En la vida tienen que ser conscientes de sus actos y creo que ya es hora de que aprendan a recapacitar sin mi ayuda. A partir de ahora, cada noche, piensen sobre todo lo que han hecho durante el día. Si sienten que no se han portado demasiado bien, prométanse a ustedes mismos que intentarán mejorar. Luchen siempre por ser buenas personas y por perseguir sus sueños.
En cuanto dijo estas palabras, la balanza de plata se apagó para siempre. Todos los niños se despidieron de ella y la dejaron allí en el lugar donde la habían encontrado como muestra de respeto. No volvieron a verla, pero jamás olvidaron sus enseñanzas y la llevaron toda la vida en sus corazones.
Recuperado el 20 de enero de 2020 de https://www.mundoprimaria.com/cuentos-clasicos-infantiles/la-balanza-plata/. (Adaptación).
¿Qué tipo de texto es "La balanza de plata"?
Alternativas
A) Leyenda.
B) Cuento.
C) Fábula.
D) Noticia.
Respuesta
B
El cuento pertenece a la narración literaria. Este se caracteriza por contar una historia, ya sea con base ficticia o con una base similar a la realidad, en la cual que se desarrollan una serie de acontecimientos en un espacio puntual a lo largo de un determinado período de tiempo. Dicha historia es protagonizada por una serie de personajes que también pueden ser inspirados en personas reales o en seres imaginarios. En este caso, podemos observar que el relato cumple con estas características, por tanto, la respuesta correcta es B. Se descarta la alternativa C, ya que la fábula si bien es una narración literaria, se caracteriza tanto por dejar una enseñanza explícita al final del texto como por presentar animales con rasgos humanos que contribuyen en los acontecimientos del relato.
Una extraña presa
Enunciado
Una extraña presa
Érase una vez dos amigos que salieron a cazar nutrias. Cuando llegaron al recodo del rio, se pusieron a buscar madrigueras. De repente, uno de ellos creyó ver algo rojizo que se movia a toda velocidad, corría por la orilla como una flecha y se ocultaba en un agujero que había cerca de un árbol.
Un amigo le preguntó al otro:
-¿Qué ha sido eso? Era demasiado grande para ser una ardilla y demasiado pequeño para ser un zorro. ¿Has visto alguna vez una nutria con el pelo rojo?
Ninguno de los dos había visto jamás una nutria como aquella, pero pensaron que tenía que serlo por fuerza, así que decidieron cazarla. Se acercaron cautelosos a la madriguera y vieron que tenía dos entradas, una a cada lado del árbol.
-Necesitaremos un saco -, dijo uno de ellos que fue a pedirlo prestado en una granja cercana.
Cuando regresó, puso el saco en una de las bocas de la madriguera mientras su amigo vigilaba por el otro lado, haciendo ruido para que el animal se asustara y saliera disparado. Al poco rato, notaron que el animal había caído en la trampa y ya estaba dentro del saco. Después de cerrarlo, los dos amigos regresaron a casa muy contentos con su botín.
Caminaban tranquilamente cuando, de repente, escucharon una vocecita que salía del saco.
-Mi madre me está llamando, mi madre me está llamando.
Asustados, soltaron el saco de un impulso y vieron algo que salía corriendo. Iba vestido de rojo de la cabeza a los pies: gorrito, pantalones, chaqueta y zapatos. Mientras corría a resguardarse bajo unos arbustos, los dos hombres se dieron cuenta de su gran confusión: no era una nutria, ¡sino un duende!
Muertos de miedo, los cazadores echaron a correr y no pararon hasta llegar a casa. Desde aquel día, jamás volvieron a cazar en aquel recodo del río.
Recodo | Curva cerrada que forma una cosa alargada que cambia brusca y considerablemente de dirección, como una calle, un camino, un río, etc. |
Cautela | Cuidado y reserva de una persona al hablar o actuar para prevenir un daño o un peligro o para evitar que su presencia sea advertida. |
Madriguera | Cueva o cavidad pequeña estrecha y generalmente profunda que excavan el conejo, el topo y otros animales salvajes de pequeño tamaño para refugiarse y tener sus crías. |
Botín | "Recompensa" que se obtiene tras una situación. |
Anónimo. (2016). 365 Cuentos y rimas . New York: Parragon.
Según el texto, ¿cómo se sintieron los cazadores al soltar el saco?
Alternativas
A) Cansados.
B) Asustados.
C) Confundidos.
D) Sorprendidos.
Respuesta
B
En el último párrafo se relata "…Muertos de miedo, los cazadores echaron a correr y no pararon hasta llegar a casa…". Por lo anterior, se puede inferir que estaban aterrorizados, lo que justifica como correcta a la alternativa B.
Pablo conoce el mercado
Enunciado
Lee el siguiente texto y marca con una X las alternativas que responden a las preguntas.
Pablo conoce el mercado Ayer mi mamá me mandó a comprar pan. Dice que ya puedo ir solo, porque la panadería está en el mercado y el mercado está cerca de la casa. Nunca había estado ahí dentro. Había muchos puestos y los vendedores eran muy simpáticos, se reían y conversaban entre ellos, y también con los compradores. M. de los Ángeles González, M. José Sáenz, Adaptaclón |
1. ¿Por qué la mamá envió a Pablo solo al mercado?
A) Porque queda cerca.
B) Porque no lo conocía.
C) Porque es entretenido.
2. A partir del texto, ¿quién es Pililo?
A) Un gato.
B) Un perro.
C) Un pescado.
D) Un vendedor.
3. ¿Qué compró Pablo en el mercado?
A) Almendras.
B) Huesillos.
C) Fruta.
D) Pan.
4. ¿Cuál es el propósito de este texto?
A) Enseñar cómo son los mercados.
B) Informar sobre lo que ocurre en los mercados.
C) Entretener con una historia de un niño que conoce un mercado.
D) Convencer de lo entretenido que son los mercados, para que los visiten.
5. Después de su visita al mercado, Pablo decidió que:
A) realizará él todas las futuras compras.
B) acompañará a sus papás cuando ellos vayan.
C) llevará a su mascota con la correa bien puesta.
D) conversará, se reirá y se hará amigo de los tenderos.
6. La palabra "tendero", usada en el texto para nombrar al que regaló frutos secos, se refiere a la persona que:
A) toca música.
B) tiende la ropa.
C) vende productos.
D) está tendida descansando.
7. ¿Cuáles el orden del recorrido de Pablo por el mercado?
A) Primero observa la carnicería, luego la pescadería, después la frutería, continúa con la panadería y, por último, va a la fiambrería.
B) Primero observa la pescadería, luego la frutería, después la carnicería, continúa con la panadería y, por último, va a la fiambrería.
C) Primero observa la carnicería, luego la pescadería, después la frutería, continúa con la fiambrería y, por último, va a la panadería.
D) Primero observa la pescadería, luego la carnlcería, después la frutería, continúa con la fiambrería y, por último, va a la panadería.
Alternativas
Respuesta
Torta para enemigos
Enunciado
Torta para enemigos
Derek Munson
Estaba siendo un verano perfecto hasta que Jaime Ross se mudó justo a la casa de al lado de mi mejor amigo, Esteban. Jaime no me gustó. Organizó una fiesta y ni siquiera me invitó. Pero sí invitó a mi mejor amigo Esteban.
Nunca había tenido un enemigo hasta que Jaime vino a vivir al barrio. Mi padre me dijo que cuando tenía mi edad también tuvo enemigos. Pero sabía una forma para deshacerse de ellos.
Mi padre sacó un pedazo de papel viejo de un libro de recetas.
-Torta para enemigos -, dijo satisfecho.
Puede que te preguntes qué es exactamente una torta para enemigos. Mi padre me dijo que la receta era tan secreta que ni siquiera podía contármela a mí. Le rogué que me contara algo, pero no hubo manera.
-Te diré una cosa, Tomás -, me dijo. -La torta para enemigos es el método más rápido que se conoce para deshacerse de los enemigos.
Esto me hizo pensar ¿qué clase de ingredientes asquerosos pondría yo en la torta para enemigos? Le llevé a mi padre gusanos y piedras, pero me las devolvió en seguida.
Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.
Intenté imaginar el horrible olor de la torta para enemigos. Pero me llegó un olor muy agradable. Por lo que parecía venía de nuestra cocina. Estaba confundido.
Entré para preguntarle a mi padre qué pasaba. La torta para enemigos no tenía que oler tan bien. Pero mi padre era inteligente. -Si huele mal, tu enemigo nunca se la va a comer -, dijo. Se notaba que había hecho esa torta antes.
El reloj del horno sonó. Mi padre se puso unos guantes y sacó la torta. ¡Se veía lo suficientemente rica como para comérsela! Yo empezaba a entender.
Pero aún no estaba seguro de cómo funcionaba esa torta para enemigos. ¿Qué les hacía exactamente a los enemigos? Puede que hiciera que se les cayera el pelo o que su aliento oliera mal. Pregunté a mi padre, pero no fue de ayuda.
Mientras la torta se enfriaba, mi padre me contó lo que yo tenía que hacer.
-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo.
Por supuesto que lo estaba.
Todo lo que tenía que hacer era pasar un día con Jaime y, después, desaparecería de mi vida. Fui en bici hasta su casa y toqué la puerta.
Cuando Jaime abrió la puerta, parecía sorprendido.
-¿Puedes salir a jugar? -, le pregunté.
Parecía confundido. -Voy a preguntárselo a mi madre -, dijo. Y volvió con los zapatos en la mano.
Anduvimos en bici un rato y luego comimos. Después de comer fuimos a mi casa.
Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.
Jugamos hasta que mi padre nos llamó para la cena.
Mi padre había hecho mi comida favorita. ¡Resultó que también era la favorita de Jaime! Quizás Jaime no era tan malo después de todo. Empecé a pensar que tal vez debíamos olvidarnos de la torta para enemigos.
-Papá -, dije-, es genial tener un amigo nuevo. Intentaba decirle que Jaime ya no era mi enemigo. Pero mi padre se limitó a sonreír y asentir. Creo que pensó que yo estaba disimulando.
Pero después de cenar, mi padre trajo la torta. Sirvió tres platos y nos pasó uno a mí y otro a Jaime.
-¡Vaya! -, exclamó Jaime, mirando la torta.
Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!
-¡No te la comas! -, le grité- ¡Está mala!
El tenedor de Jaime se detuvo antes de llegar a su boca. Me miró con cara extraña. Me sentí aliviado. Acababa de salvarle la vida.
-Si está tan mala, ¿por qué tu padre se ha comido ya la mitad? -, preguntó Jaime.
Era cierto, mi padre se estaba comiendo la torta para enemigos.
-Qué buena -murmuró mi padre. Me quedé sentado viéndolos comer. ¡A ninguno de los dos se le caía el pelo! Parecía no tener problemas, así que probé un pedacito. ¡Estaba deliciosa!
Después del postre, Jaime me invitó a ir a su casa al día siguiente por la mañana.
En cuanto a la torta para enemigos, sigo sin saber cómo hacerla. Aún me pregunto si los enemigos realmente la odian, si se les cae el pelo o si su aliento se vuelve apestoso. Pero no sé si algún día sabré la respuesta, pues precisamente perdí a mi mejor enemigo.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España 2013. Ilustrado por Tara Calahan.
¿Por qué fue Tomás a la casa de Jaime?
Alternativas
A) Porque quería invitarlo a jugar.
B) Porque quería que dejara de ser su enemigo.
C) Porque su papá le dijo que debía ser su amigo.
D) Porque su papá le dijo que debía pasar el día con él.
Respuesta
C
Como puede observarse en los párrafos intermedios del relato, Tomás va a la casa de Jaime con la intención de invitarlo a jugar y, así, hacerlo caer en la futura trampa, la cual implica que Jaime coma la torta para enemigos. Lo anterior se desprende del siguiente fragmento: "-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo. Por supuesto que lo estaba.". De esta manera, comprendemos que el padre convenció a Tomás para que fuera a jugar con él y, luego, invitarlo a comer. Por lo tanto, la respuesta correcta es C.
El león en la biblioteca
Enunciado
El león en la biblioteca
Un día apareció un león en la biblioteca. El Señor Mosquera corrió a avisar a la bibliotecaria, la Señora Plácida, pero ella, sin alterarse lo más mínimo y siempre dentro de su estricta apariencia, le dijo que si el león no había quebrantado ninguna de las reglas de la biblioteca, no había motivo para echarle de allí.
El león, después de pasearse por todas las salas, decidió quedarse en el rincón de los cuentos y allí se durmió. Cuando llegó la hora del cuento, la cuentacuentos, muy nerviosa, comenzó a contar los cuentos que tenía preparados para ese día. El león escuchó los cuentos uno tras otro con mucha atención; pero, cuando el último cuento terminó, el león no se conformó como el resto de los niños. Él quería seguir escuchando cuentos, y como no había más, rugió. Entonces la bibliotecaria apareció y le dijo que rugir no estaba permitido en la biblioteca. Si quería seguir allí, debería estar en silencio. Los niños, que ya le habían tomado cariño al león, le preguntaron a la señora Plácida si el león podía quedarse si prometía guardar silencio. La bibliotecaria no vio problema en que el león, calladito, volviera para la hora del cuento. Y así fue. Con el pasar de los días, el león llegaba cada día más temprano, por lo que la señora Plácida decidió que el león podía ayudarle con algunas tareas de la biblioteca.
Knudsen M. Hawkes K. and Dearden C. 2015. León De Biblioteca. 5th ed. Ekaré. Fragmento adaptado.
¿Qué debía hacer el león para permanecer en la biblioteca?
Alternativas
A) Ayudar en algunas tareas.
B) Pasearse por todas las salas.
C) Escuchar los cuentos en silencio.
Respuesta
C
El cuento señala en la mitad del segundo párrafo lo siguiente: "Si quería seguir allí, debería estar en silencio". Así, la respuesta correcta es C.
El dragón de las palabras
Enunciado
El dragón de las palabras
Hace mucho, mucho tiempo, a fines de la era de los dragones y los castillos, circulaba una leyenda en torno a una bruja tremendamente malvada.
En muchos lugares se había oído y asegurado su existencia y, aunque nadie la había visto jamás, todos parecían saber cosas de ella. Habitaba en un castillo lejano en Europa, pero se decía que era tan poderosa que a todas partes del mundo podía hacer llegar su maldad.
Aquella malvada bruja no quería que el pueblo conociese la lectura, y hacia que su dragón quemara todos y cada uno de los libros que se escribían en el mundo. La bruja tenía miedo de que la gente leyera y aprendiera a pensar.
Así fueron pasando los años, y los hombres, poco a poco, se olvidaron de leer y de pensar. Los niños, por su parte, crecieron comunicándose por señas, balbuceando palabras aisladas que jamás veían escritas en ningún lugar, y cuyo significado no llegaban a comprender y nadie les sabía enseñar ya.
El dragón de la horrible bruja, que observaba con tristeza lo que había hecho y hasta donde había llegado la maldad de su dueña, decidió luchar contra ella. Frente a la bruja, el dragón abrió su boca para expulsar una gran bola de fuego, como aquella con la que había hecho arder todos y cada uno de los libros, obligado por la bruja. Pero de la boca del dragón no salía fuego, solo expulsaba palabras, de tantos libros que había quemado.
Impresionado, el dragón sopló y sopló hasta sacar de su interior la última letra. Y estas, poco a poco, fueron dando forma a las palabras, las palabras a las frases, y las oraciones a todos y cada uno de los libros perdidos. ¡Qué espectáculo de formas y colores, que creaban un hermoso arcoiris! Las vocales danzaban y giraban dando vueltas como locas, y los personajes de cuento más famosos buscaban ansiosos su hogar, revoloteando por ahí y por allá.
De esta forma, el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja, quien quedó finalmente sepultada bajo las toneladas de libros que el dragón consiguió devolver al mundo tras sus grandes bocanadas de aliento.
Todos, muy felices, fueron recogiendo cada uno de los libros, dispuestos a colocarlos en las bibliotecas, en las escuelas y en las estanterías de sus casas. Tras ello, se dirigieron al dragón para agradecerle el haberlos liberado de la terrible maldición de la bruja, pero no pudieron darle las gracias, ya que había dado en su lucha hasta la última gota de su feroz aliento.
Almudena Orellana, adaptación. En https://laisladeloscuentos.com.mx/el-dragon-de-las-palabras/
¿Qué intentaba lograr la bruja al hacer que su dragón quemara los libros?
Alternativas
A) Que el dragón se debilitara.
B) Que la gente no aprendiera a pensar.
C) Que los niños se comunicaran por señas.
Respuesta
la respuesta correcta es B
En el texto se señala que la bruja hacía que el dragón quemara los libros porque tenía miedo de que la gente leyera y aprendiera a pensar, de lo cual se puede establecer la inferencia directa de que el objetivo de la bruja con sus acciones era impedir aquello.
El tren que quería volar
Enunciado
El tren que quería volar
Había un tren, muy grande y pesado, que pasaba todo el tiempo pensando en volar. Los otros trenes le decían que era imposible, que solo los pájaros y los aviones volaban. Entonces el tren decía: ¡Quiero ser un pájaro! ¡Quiero ser un avión!, pero seguía siendo un pesado tren de carga que quería volar.
Hasta que un día, hubo una gran tormenta, que destruyó un puente que unía dos cerros, justo cuando se acercaba el tren que quería volar. Frente a él, se encontraba el vacío. En ese momento, el tren que quería volar vio su oportunidad. Desconectó los frenos y aceleró. Y entonces voló, voló, voló... Y era tan fuerte su deseo de volar que se mantuvo en el aire a pesar de su cuerpo de hierro. Y sintió que era un pájaro. Y sintió que era un avión.
Se mantuvo en el aire mientras las nubes pasaban sonriendo a su lado. Llegó volando al otro lado y las ruedas tomaron su camino de metal. Desde ese día, el tren que quería volar fue completamente feliz y se olvidó de la idea de ser un pájaro o un avión. Entendió que lo suyo era ser un tren de carga y sonreía cuando alguien decía que para un tren era imposible volar.
Anónimo. Wattpad. Recuperado de: https://www.wattpad.com/711491589-cuentos-infantiles-cortos-el-tren-que-queria-volar
.
¿Qué le decían los otros trenes al tren que quería volar?
Alternativas
A) Que solo una tormenta le permitiría volar.
B) Que un tren de carga nunca podría volar.
C) Que solo los aviones y los pájaros podían volar.
D) Que era demasiado grande y pesado para volar.
Respuesta
La respuesta correcta es C. Se responde a partir de la extracción explícita de información en el primer párrafo.
El dragón de las palabras
Enunciado
El dragón de las palabras
Hace mucho, mucho tiempo, a fines de la era de los dragones y los castillos, circulaba una leyenda en torno a una bruja tremendamente malvada.
En muchos lugares se había oído y asegurado su existencia y, aunque nadie la había visto jamás, todos parecían saber cosas de ella. Habitaba en un castillo lejano en Europa, pero se decía que era tan poderosa que a todas partes del mundo podía hacer llegar su maldad.
Aquella malvada bruja no quería que el pueblo conociese la lectura, y hacia que su dragón quemara todos y cada uno de los libros que se escribían en el mundo. La bruja tenía miedo de que la gente leyera y aprendiera a pensar.
Así fueron pasando los años, y los hombres, poco a poco, se olvidaron de leer y de pensar. Los niños, por su parte, crecieron comunicándose por señas, balbuceando palabras aisladas que jamás veían escritas en ningún lugar, y cuyo significado no llegaban a comprender y nadie les sabía enseñar ya.
El dragón de la horrible bruja, que observaba con tristeza lo que había hecho y hasta donde había llegado la maldad de su dueña, decidió luchar contra ella. Frente a la bruja, el dragón abrió su boca para expulsar una gran bola de fuego, como aquella con la que había hecho arder todos y cada uno de los libros, obligado por la bruja. Pero de la boca del dragón no salía fuego, solo expulsaba palabras, de tantos libros que había quemado.
Impresionado, el dragón sopló y sopló hasta sacar de su interior la última letra. Y estas, poco a poco, fueron dando forma a las palabras, las palabras a las frases, y las oraciones a todos y cada uno de los libros perdidos. ¡Qué espectáculo de formas y colores, que creaban un hermoso arcoiris! Las vocales danzaban y giraban dando vueltas como locas, y los personajes de cuento más famosos buscaban ansiosos su hogar, revoloteando por ahí y por allá.
De esta forma, el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja, quien quedó finalmente sepultada bajo las toneladas de libros que el dragón consiguió devolver al mundo tras sus grandes bocanadas de aliento.
Todos, muy felices, fueron recogiendo cada uno de los libros, dispuestos a colocarlos en las bibliotecas, en las escuelas y en las estanterías de sus casas. Tras ello, se dirigieron al dragón para agradecerle el haberlos liberado de la terrible maldición de la bruja, pero no pudieron darle las gracias, ya que había dado en su lucha hasta la última gota de su feroz aliento.
Almudena Orellana, adaptación. En https://laisladeloscuentos.com.mx/el-dragon-de-las-palabras/
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¿Cuál era la maldición de la bruja?
A) Enviar su maldad a toda la gente.
B) Lograr que la gente dejara de pensar.
C) Hacer que la gente dejara de enseñar.
Respuesta
La respuesta correcta es B.
En el relato se describe a la bruja como mala. Esto aparece textualmente en el primer párrafo del texto, lo cual se ve reforzado con el pasar del escrito (al quitarle la lectura a las personas). Así, la alternativa correcta es B. No hay ninguna pista en el texto para inferir que es tenebrosa, con lo cual la opción C no es correcta, y al final del texto se dice que "el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja", lo que no quiere decir que ella fuera débil, por lo cual la opción A tampoco es correcta.
El dragón de las palabras
Enunciado
El dragón de las palabras
Hace mucho, mucho tiempo, a fines de la era de los dragones y los castillos, circulaba una leyenda en torno a una bruja tremendamente malvada.
En muchos lugares se había oído y asegurado su existencia y, aunque nadie la había visto jamás, todos parecían saber cosas de ella. Habitaba en un castillo lejano en Europa, pero se decía que era tan poderosa que a todas partes del mundo podía hacer llegar su maldad.
Aquella malvada bruja no quería que el pueblo conociese la lectura, y hacia que su dragón quemara todos y cada uno de los libros que se escribían en el mundo. La bruja tenía miedo de que la gente leyera y aprendiera a pensar.
Así fueron pasando los años, y los hombres, poco a poco, se olvidaron de leer y de pensar. Los niños, por su parte, crecieron comunicándose por señas, balbuceando palabras aisladas que jamás veían escritas en ningún lugar, y cuyo significado no llegaban a comprender y nadie les sabía enseñar ya.
El dragón de la horrible bruja, que observaba con tristeza lo que había hecho y hasta donde había llegado la maldad de su dueña, decidió luchar contra ella. Frente a la bruja, el dragón abrió su boca para expulsar una gran bola de fuego, como aquella con la que había hecho arder todos y cada uno de los libros, obligado por la bruja. Pero de la boca del dragón no salía fuego, solo expulsaba palabras, de tantos libros que había quemado.
Impresionado, el dragón sopló y sopló hasta sacar de su interior la última letra. Y estas, poco a poco, fueron dando forma a las palabras, las palabras a las frases, y las oraciones a todos y cada uno de los libros perdidos. ¡Qué espectáculo de formas y colores, que creaban un hermoso arcoiris! Las vocales danzaban y giraban dando vueltas como locas, y los personajes de cuento más famosos buscaban ansiosos su hogar, revoloteando por ahí y por allá.
De esta forma, el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja, quien quedó finalmente sepultada bajo las toneladas de libros que el dragón consiguió devolver al mundo tras sus grandes bocanadas de aliento.
Todos, muy felices, fueron recogiendo cada uno de los libros, dispuestos a colocarlos en las bibliotecas, en las escuelas y en las estanterías de sus casas. Tras ello, se dirigieron al dragón para agradecerle el haberlos liberado de la terrible maldición de la bruja, pero no pudieron darle las gracias, ya que había dado en su lucha hasta la última gota de su feroz aliento.
Almudena Orellana, adaptación. En https://laisladeloscuentos.com.mx/el-dragon-de-las-palabras/
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¿Cómo lograba la bruja conseguir su objetivo?
A) Quemando libros.
B) Soplando palabras.
C) Matando un dragón.
Respuesta
La respuesta correcta es C. Responde extrayendo información explícita.
El dragón de las palabras
Enunciado
El dragón de las palabras
Hace mucho, mucho tiempo, a fines de la era de los dragones y los castillos, circulaba una leyenda en torno a una bruja tremendamente malvada.
En muchos lugares se había oído y asegurado su existencia y, aunque nadie la había visto jamás, todos parecían saber cosas de ella. Habitaba en un castillo lejano en Europa, pero se decía que era tan poderosa que a todas partes del mundo podía hacer llegar su maldad.
Aquella malvada bruja no quería que el pueblo conociese la lectura, y hacia que su dragón quemara todos y cada uno de los libros que se escribían en el mundo. La bruja tenía miedo de que la gente leyera y aprendiera a pensar.
Así fueron pasando los años, y los hombres, poco a poco, se olvidaron de leer y de pensar. Los niños, por su parte, crecieron comunicándose por señas, balbuceando palabras aisladas que jamás veían escritas en ningún lugar, y cuyo significado no llegaban a comprender y nadie les sabía enseñar ya.
El dragón de la horrible bruja, que observaba con tristeza lo que había hecho y hasta donde había llegado la maldad de su dueña, decidió luchar contra ella. Frente a la bruja, el dragón abrió su boca para expulsar una gran bola de fuego, como aquella con la que había hecho arder todos y cada uno de los libros, obligado por la bruja. Pero de la boca del dragón no salía fuego, solo expulsaba palabras, de tantos libros que había quemado.
Impresionado, el dragón sopló y sopló hasta sacar de su interior la última letra. Y estas, poco a poco, fueron dando forma a las palabras, las palabras a las frases, y las oraciones a todos y cada uno de los libros perdidos. ¡Qué espectáculo de formas y colores, que creaban un hermoso arcoiris! Las vocales danzaban y giraban dando vueltas como locas, y los personajes de cuento más famosos buscaban ansiosos su hogar, revoloteando por ahí y por allá.
De esta forma, el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja, quien quedó finalmente sepultada bajo las toneladas de libros que el dragón consiguió devolver al mundo tras sus grandes bocanadas de aliento.
Todos, muy felices, fueron recogiendo cada uno de los libros, dispuestos a colocarlos en las bibliotecas, en las escuelas y en las estanterías de sus casas. Tras ello, se dirigieron al dragón para agradecerle el haberlos liberado de la terrible maldición de la bruja, pero no pudieron darle las gracias, ya que había dado en su lucha hasta la última gota de su feroz aliento.
Almudena Orellana, adaptación. En https://laisladeloscuentos.com.mx/el-dragon-de-las-palabras/
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Según el relato, ¿cómo era la bruja?
A) Débil.
B) Malvada.
C) Tenebrosa.
Respuesta
La respuesta correcta es B.
En el relato se describe a la bruja como mala. Esto aparece textualmente en el primer párrafo del texto, lo cual se ve reforzado con el pasar del escrito (al quitarle la lectura a las personas). Así, la alternativa correcta es B. No hay ninguna pista en el texto para inferir que es tenebrosa, con lo cual la opción C no es correcta, y al final del texto se dice que "el esfuerzo del dragón fue debilitando el poder de la bruja", lo que no quiere decir que ella fuera débil, por lo cual la opción A tampoco es correcta.
El león en la biblioteca
Enunciado
El león en la biblioteca
Un día apareció un león en la biblioteca. El Señor Mosquera corrió a avisar a la bibliotecaria, la Señora Plácida, pero ella, sin alterarse lo más mínimo y siempre dentro de su estricta apariencia, le dijo que si el león no había quebrantado ninguna de las reglas de la biblioteca, no había motivo para echarle de allí.
El león, después de pasearse por todas las salas, decidió quedarse en el rincón de los cuentos y allí se durmió. Cuando llegó la hora del cuento, la cuentacuentos, muy nerviosa, comenzó a contar los cuentos que tenía preparados para ese día. El león escuchó los cuentos uno tras otro con mucha atención; pero, cuando el último cuento terminó, el león no se conformó como el resto de los niños. Él quería seguir escuchando cuentos, y como no había más, rugió. Entonces la bibliotecaria apareció y le dijo que rugir no estaba permitido en la biblioteca. Si quería seguir allí, debería estar en silencio. Los niños, que ya le habían tomado cariño al león, le preguntaron a la señora Plácida si el león podía quedarse si prometía guardar silencio. La bibliotecaria no vio problema en que el león, calladito, volviera para la hora del cuento. Y así fue. Con el pasar de los días, el león llegaba cada día más temprano, por lo que la señora Plácida decidió que el león podía ayudarle con algunas tareas de la biblioteca.
Knudsen M. Hawkes K. and Dearden C. 2015. León De Biblioteca. 5th ed. Ekaré. Fragmento adaptado.
¿Por qué rugió el león?
Alternativas
A) Porque quería asustar a los niños.
B) Porque quería seguir escuchando cuentos.
C) Porque la cuentacuentos lo despertó con su lectura.
Respuesta
B
Según se indica en el inicio del segundo párrafo, el león "quería seguir escuchando cuentos, y como no había más, rugió.". De esta forma, podemos comprobar que la respuesta correcta es la alternativa B.
El león en la biblioteca
Enunciado
El león en la biblioteca
Un día apareció un león en la biblioteca. El Señor Mosquera corrió a avisar a la bibliotecaria, la Señora Plácida, pero ella, sin alterarse lo más mínimo y siempre dentro de su estricta apariencia, le dijo que si el león no había quebrantado ninguna de las reglas de la biblioteca, no había motivo para echarle de allí.
El león, después de pasearse por todas las salas, decidió quedarse en el rincón de los cuentos y allí se durmió. Cuando llegó la hora del cuento, la cuentacuentos, muy nerviosa, comenzó a contar los cuentos que tenía preparados para ese día. El león escuchó los cuentos uno tras otro con mucha atención; pero, cuando el último cuento terminó, el león no se conformó como el resto de los niños. Él quería seguir escuchando cuentos, y como no había más, rugió. Entonces la bibliotecaria apareció y le dijo que rugir no estaba permitido en la biblioteca. Si quería seguir allí, debería estar en silencio. Los niños, que ya le habían tomado cariño al león, le preguntaron a la señora Plácida si el león podía quedarse si prometía guardar silencio. La bibliotecaria no vio problema en que el león, calladito, volviera para la hora del cuento. Y así fue. Con el pasar de los días, el león llegaba cada día más temprano, por lo que la señora Plácida decidió que el león podía ayudarle con algunas tareas de la biblioteca.
Knudsen M. Hawkes K. and Dearden C. 2015. León De Biblioteca. 5th ed. Ekaré. Fragmento adaptado.
Al inicio del cuento, ¿por qué la señora Plácida no sacó al león de la biblioteca?
Alternativas
A) Porque no había quebrantado ninguna de las reglas de la biblioteca.
B) Porque se durmió en el rincón de los cuentos.
C) Porque le ayudaba con algunas tareas.
Respuesta
A
El cuento hace referencia a: "si el león no había quebrantado ninguna de las reglas de la biblioteca no había motivo para echarle de allí.". Esto aparece en el primer párrafo del relato, por tanto, la alternativa correcta es A. La opción B es una información que si bien está en el cuento, no constituye la razón por la cual el león no fue expulsado de la biblioteca, y la opción C es algo que ocurre al final del relato, no al comienzo, y tampoco es la razón por la que se pregunta.
El león en la Biblioteca
Enunciado
El león en la biblioteca
Un día apareció un león en la biblioteca. El Señor Mosquera corrió a avisar a la bibliotecaria, la Señora Plácida, pero ella, sin alterarse lo más mínimo y siempre dentro de su estricta apariencia, le dijo que si el león no había quebrantado ninguna de las reglas de la biblioteca, no había motivo para echarle de allí.
El león, después de pasearse por todas las salas, decidió quedarse en el rincón de los cuentos y allí se durmió. Cuando llegó la hora del cuento, la cuentacuentos, muy nerviosa, comenzó a contar los cuentos que tenía preparados para ese día. El león escuchó los cuentos uno tras otro con mucha atención; pero, cuando el último cuento terminó, el león no se conformó como el resto de los niños. Él quería seguir escuchando cuentos, y como no había más, rugió. Entonces la bibliotecaria apareció y le dijo que rugir no estaba permitido en la biblioteca. Si quería seguir allí, debería estar en silencio. Los niños, que ya le habían tomado cariño al león, le preguntaron a la señora Plácida si el león podía quedarse si prometía guardar silencio. La bibliotecaria no vio problema en que el león, calladito, volviera para la hora del cuento. Y así fue. Con el pasar de los días, el león llegaba cada día más temprano, por lo que la señora Plácida decidió que el león podía ayudarle con algunas tareas de la biblioteca.
Knudsen M. Hawkes K. and Dearden C. 2015. León De Biblioteca. 5th ed. Ekaré. Fragmento adaptado
¿Qué decisión tomó la bibliotecaria al ver que el león volvía cada día a la biblioteca?
Alternativas
A) Que el león le ayudara con algunas tareas de la biblioteca.
B) Que el león durmiera solo cuando la biblioteca estuviese vacía.
C) Que el león se quedara unas pocas horas en la biblioteca.
D) Que el león se paseara por la biblioteca libremente.
Respuesta
B
En el último párrafo del cuento se dice: "la bibliotecaria decidió que el león le ayudara con algunas tareas de la biblioteca", esto al ver que volvía cada día al lugar. De esta manera, la alternativa correcta es B.
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
¿Cómo era el viejo peluquero?
Alternativas
A) Enfermizo.
B) Discreto.
C) Amistoso.
D) Confiado.
Respuesta
Respuesta correcta: B
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
En el texto se dice que "el rey se puso muy bravo". ¿Qué significa "bravo" en esta situación?
Alternativas
A) Que se avergonzó.
B) Que se encerró.
C) Que se asustó.
D) Que se enojó.
Respuesta
Respuesta correcta: D
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
De acuerdo al texto, ¿En qué orden ocurren los siguientes hechos?
Alternativas
A) Un joven peluquero descubre que al rey le falta una oreja. / Nadie lo sabe. / Al rey no le importa mostrarse sin una oreja. / Una flauta canta este secreto. /
B) Nadie sabe que al rey le falta una oreja. / Un joven peluquero lo descubre. / Una flauta canta este secreto. / Al rey no le importa mostrarse sin una oreja.
C) Una flauta canta que al rey le falta una oreja / Un joven peluquero lo descubre / Nadie sabe este secreto / Al rey no le importa mostrarse sin una oreja.
D) Un joven peluquero descubre que al rey le falta una oreja. / Al rey no le importa mostrarse sin una oreja. / Una flauta canta este secreto. / Nadie lo sabe. /
Respuesta
Respuesta correcta: B
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
Según el texto, ¿Cada cuánto tiempo el rey se cortaba el pelo?
Alternativas
A) Cada tres días.
B) Una vez al mes.
C) Cada dos semanas.
D) Cada tres semanas.
Respuesta
Respuesta se encuentra en el primer párrafo: "el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes", respuesta correcta: B.
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
Este texto se escribió principalmente para:
Alternativas
A) Contar un hecho interesante.
B) Enseñar cómo hacer flautas.
C) Informar al lector sobre los reyes.
D) Entretener al lector con una historia.
Respuesta
Respuesta correcta: D
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
De acuerdo al texto, ¿Qué le sucedió al nuevo peluquero cuando enterró el secreto?
Alternativas
A) Se sintió más tranquilo.
B) Se avergonzó de que la tierra lo supiese.
C) Se alegró pues ahi crecería una planta de caña.
D) Se preocupó pues el secreto se le podría olvidar.
Respuesta
Respuesta correcta: A
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
El joven peluquero entierra el secreto para:
Alternativas
A) Convencerse de que es capaz de esconderlo bajo tierra.
B) Demostrar que es capaz de guardar un secreto.
C) Aliviarse al gritar el secreto dentro del hoyo.
D) Imaginar que el secreto se convertirá en planta.
Respuesta
Respuesta correcta: C
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
Según el texto, El muchacho que hizo las flautas:
Alternativas
A) Sabía peluquería.
B) Sabía cantar.
C) Era pastor.
D) Era poeta.
Respuesta
Respuesta correcta: C
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
¿Qué quiso decir el rey con la frase "la verdad es que las pelucas dan mucho calor"?
Alternativas
A) Que ya no le importaba que todos conocieran su secreto y lo vieran mocho.
B) Que las pelucas son graciosas y por eso las usaría tan solo como disfraz.
C) Que, de ahora en adelante, aceptaría la opinión de los demás.
D) Que se sofocaba de calor los días de verano.
Respuesta
Respuesta correcta: A
El tren que quería volar
Enunciado
El tren que quería volar
Había un tren, muy grande y pesado, que pasaba todo el tiempo pensando en volar. Los otros trenes le decían que era imposible, que solo los pájaros y los aviones volaban. Entonces el tren decía: ¡Quiero ser un pájaro! ¡Quiero ser un avión!, pero seguía siendo un pesado tren de carga que quería volar.
Hasta que un día, hubo una gran tormenta, que destruyó un puente que unía dos cerros, justo cuando se acercaba el tren que quería volar. Frente a él, se encontraba el vacío. En ese momento, el tren que quería volar vio su oportunidad. Desconectó los frenos y aceleró. Y entonces voló, voló, voló... Y era tan fuerte su deseo de volar que se mantuvo en el aire a pesar de su cuerpo de hierro. Y sintió que era un pájaro. Y sintió que era un avión.
Se mantuvo en el aire mientras las nubes pasaban sonriendo a su lado. Llegó volando al otro lado y las ruedas tomaron su camino de metal. Desde ese día, el tren que quería volar fue completamente feliz y se olvidó de la idea de ser un pájaro o un avión. Entendió que lo suyo era ser un tren de carga y sonreía cuando alguien decía que para un tren era imposible volar.
Anónimo. Wattpad. Recuperado de: https://www.wattpad.com/711491589-cuentos-infantiles-cortos-el-tren-que-queria-volar
.
¿Qué le ocurrió al tren que quería volar?
Alternativas
A) Logró volar gracias a la tormenta.
B) No pudo volar por culpa de las nubes.
C) Logró volar con ayuda de sus compañeros.
D) No pudo volar porque su carga era muy pesada.
Respuesta
La respuesta correcta es A. En el texto leído se está contando la historia de un tren que deseaba volar y, a pesar de que le decían que era imposible, logró hacerlo gracias a una tormenta que rompió el puente por donde debía pasar y le dio impulso para llegar al otro extremo "volando".
El tren que quería volar
Enunciado
El tren que quería volar
Había un tren, muy grande y pesado, que pasaba todo el tiempo pensando en volar. Los otros trenes le decían que era imposible, que solo los pájaros y los aviones volaban. Entonces el tren decía: ¡Quiero ser un pájaro! ¡Quiero ser un avión!, pero seguía siendo un pesado tren de carga que quería volar.
Hasta que un día, hubo una gran tormenta, que destruyó un puente que unía dos cerros, justo cuando se acercaba el tren que quería volar. Frente a él, se encontraba el vacío. En ese momento, el tren que quería volar vio su oportunidad. Desconectó los frenos y aceleró. Y entonces voló, voló, voló... Y era tan fuerte su deseo de volar que se mantuvo en el aire a pesar de su cuerpo de hierro. Y sintió que era un pájaro. Y sintió que era un avión.
Se mantuvo en el aire mientras las nubes pasaban sonriendo a su lado. Llegó volando al otro lado y las ruedas tomaron su camino de metal. Desde ese día, el tren que quería volar fue completamente feliz y se olvidó de la idea de ser un pájaro o un avión. Entendió que lo suyo era ser un tren de carga y sonreía cuando alguien decía que para un tren era imposible volar.
Anónimo. Wattpad. Recuperado de: https://www.wattpad.com/711491589-cuentos-infantiles-cortos-el-tren-que-queria-volar
.
Finalmente, ¿cómo logró volar el tren?
Alternativas
A) Ayudado por las nubes.
B) Saltando el puente cortado.
C) Convirtiéndose en un avión.
D) Aligerando su cuerpo de hierro.
Respuesta
La respuesta correcta es B. Se responde a partir de una inferencia simple en el segundo párrafo del texto.
El tren que quería volar
Enunciado
El tren que quería volar
Había un tren, muy grande y pesado, que pasaba todo el tiempo pensando en volar. Los otros trenes le decían que era imposible, que solo los pájaros y los aviones volaban. Entonces el tren decía: ¡Quiero ser un pájaro! ¡Quiero ser un avión!, pero seguía siendo un pesado tren de carga que quería volar.
Hasta que un día, hubo una gran tormenta, que destruyó un puente que unía dos cerros, justo cuando se acercaba el tren que quería volar. Frente a él, se encontraba el vacío. En ese momento, el tren que quería volar vio su oportunidad. Desconectó los frenos y aceleró. Y entonces voló, voló, voló... Y era tan fuerte su deseo de volar que se mantuvo en el aire a pesar de su cuerpo de hierro. Y sintió que era un pájaro. Y sintió que era un avión.
Se mantuvo en el aire mientras las nubes pasaban sonriendo a su lado. Llegó volando al otro lado y las ruedas tomaron su camino de metal. Desde ese día, el tren que quería volar fue completamente feliz y se olvidó de la idea de ser un pájaro o un avión. Entendió que lo suyo era ser un tren de carga y sonreía cuando alguien decía que para un tren era imposible volar.
Anónimo. Wattpad. Recuperado de: https://www.wattpad.com/711491589-cuentos-infantiles-cortos-el-tren-que-queria-volar
.
Al final del cuento, ¿por qué el tren se sintió feliz?
Alternativas
A) Porque estaba ilusionado de que algún día podría volar.
B) Porque estaba resignado de que era imposible volar.
C) Porque estaba satisfecho de haber logrado volar.
D) Porque estaba asombrado de poder volar.
Respuesta
La respuesta correcta es C. Porque el estudiante responde infiriendo el motivo de la felicidad, a partir del sentido global del final del texto y a partir, de la extracción de información explícita en el último párrafo del texto.
La historia del mosquito
Enunciado
La historia del mosquito
Una vez estaba un mosquito zumbando de noche por el bosque, buscando dónde picar. Únicamente encontró a una comadreja que ahuyentó al mosquito con el rabo, y le dio un bufido. Entonces, los grajos se despertaron. Empezaron graznar y a gruñir y emprendieron el vuelo dos árboles más allá. Al llegar allí, asustaron a una liebre que, muerta de miedo, empezó a correr por la carretera. En eso, pasó un coche.
El hombre tocó la bocina y encendió los faros. Los jabalíes que estaban entre los patatales se revolvieron furiosos. Se pusieron a gruñir y salieron corriendo, pisoteando el cerco del jardín y destrozando la plantación de zanahorias. El niño los oyó, encendió la luz y miró por la ventana.
Responde:
1. ¿Qué animales se despertaron por culpa del mosquito? Escríbelos en orden de aparición, desde el primero al último.
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Respuesta
Delfín al rescate
Enunciado
DELFIN AL RESCATE
Wayne Grover
Hoy Marcos y yo estuvimos a punto de no ir a bucear para buscar tesoros. Parecía que iba a haber mal tiempo, aunque se veían rayos de sol entre las nubes. Marcos conoce el tiempo de la costa mejor que nadie y no le gustaba lo que veía mientras navegaba el barco mar adentro.
Yo observaba el agua en todas direcciones buscando a mi amigo el delfín. Le había salvado la vida al sacarle un anzuelo grande que se le había clavado en la cola cuando era una cría. Le puse el nombre de Lolo y desde entonces ha sido mi compañero submarino.
Hace tiempo, cuando descubrí los restos de un viejo barco español que había naufragado, Lolo estaba nadando a mi lado. Estaba a unos cinco kilómetros de la costa y a veinte metros de profundidad. Lolo también estaba vigilando cada uno de mis movimiento,s cuando por primera vez encontré una moneda de oro. Dejé escapar un grito de alegría: -¡Yupi!
Y Lolo añadió su clic-clic, ese sonido típico de los delfines. Hasta hoy solo hemos encontrado unas cuantas monedas de oro pero ¡Es toda una aventura!
-Se acerca mucha lluvia y también bastante viento -dijo Marcos, mientras se asomaba desde la proa del barco que subía y bajaba. Yo me preguntaba si mi delfín vendría en un día tan tormentoso como este, pero en el mar agitado no se veía ninguna aleta. Entonces sentí la primera inquietud.
-Hemos llegado. Lanza el ancla -gritó Marcos. Me puse el traje de buceo y la botella de oxígeno que tenía aire para cuarenta y cinco minutos y me lancé al mar. Bajé y bajé hasta que divisé el fondo del océano. Habían pasado casi treinta minutos y solo había conseguido ver rocas y más rocas. Echaba de menos los curiosos ojos de Lolo observándome. Justo cuando el indicador de reserva de aire señalaba que era el momento de salir a la superficie vi un brillo de metal. ¡Eran varias argollas de una cadena de oro! Tiré de ella con suavidad y centímetro a centímetro medio metro de cadena fue saliendo de entre la arena. Entonces se quedó enganchada.
Mi reserva de aire se estaba agotando. Tenía que salir a la superficie inmediatamente. Intenté una vez más tirar de la cadena para soltarla pero estaba agarrada muy fuerte.
Cuando salí a la superficie Marcos agitaba los brazos con desesperación. Antes de que pudiera contarle lo que había encontrado me dijo: -¡Tenemos que subir el ancla! Avisaron de fuertes ráfagas de lluvia y viento. ¡Hay que irse!
-Marcos, espera. ¡He encontrado oro! Hay una cadena de oro con piedras preciosas que debe pesar más de dos kilogramos pero está enganchada. Quiero volver a bajar para cogerla. ¡Debe valer una fortuna!
-Ni hablar- dijo Marcos -Las olas llegarán a alcanzar más de cuatro metros. Con oro o sin él tenemos que subir el ancla e irnos.
El cielo tenía muy mal aspecto; había relámpagos y los truenos sonaban entre las olas.
-Tienes razón, Marcos, pero ¿qué pasa con nuestro tesoro? respondí yo, enfadado. Me pondré otra botella de oxígeno y volveré a sumergirme para soltar la cadena.
El barco tiraba con fuerza de las cuerdas del ancla. El viento rugía y la lluvia nos golpeaba en la cara.
-De acuerdo -aceptó Marcos- las cuerdas pueden sujetar el barco otros cinco minutos, pero ni uno más.
Salté al agua y me sumergí hasta el fondo. Allí estaba. La cadena parecía una serpiente de oro enrollada en su cama marina. Me puse a excavar cada vez más. Parecía que no se acababa nunca. Era una carrera contra el tiempo. Tenía que soltar la cadena y regresar. Miré mi reloj. Habían pasado cuatro minutos. Quizá las inmensas olas ya hubieran arrastrado el barco.
En aquel momento mis dedos tocaron algo diferente: del extremo de la cadena colgaba un medallón con rubíes incrustados. La cadena entera medía algo más de un metro y tenía diamantes cada cinco argollas; era increíblemente hermosa. Mientras me la enrollaba en el brazo izquierdo el corazón me golpeaba en el pecho a causa de la emoción. Probablemente me encontraba cerca de otras piezas del tesoro, pero el tiempo se me había acabado. Tenía que salir a la superficie.
Cuando salí, las olas empezaron a sacudirme de un lado a otro. ¡El barco había desaparecido! Me encontraba perdido y solo en medio de un mar agitado por la tormenta. Las nubes eran tan negras que parecía de noche. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Llovía tanto que no conseguía saber en qué dirección estaba la costa.
Durante horas luché por mantenerme a flote esforzándome por respirar, mientras cada ola que pasaba me golpeaba el rostro. Solo, agotado y congelado de frío me di cuenta de que aquel podía ser mi último día en el mundo. Y eso ¿por qué? Por un ancla de oro que me arrastraría hasta el fondo.
Estaba tan cansado que apenas podía moverme. La angustia me invadía. Con la mano derecha toqué la cadena que seguía enrollada en mi brazo izquierdo. La desenrollé, abrí la mano y dejé que la joya se deslizara lentamente hacia el fondo, de vuelta a su cama marina en la que había permanecido durante casi trescientos años.
-¡Auxilio! -grité en la oscuridad. -¡Que alguien me ayude! -grité, aun sabiendo que nadie me oiría
¡Plof! ¡Plof! De repente el agua reventó a mí alrededor produciendo un fuerte ¡Bum! Entonces oí el sonido más placentero que jamás podré escuchar. Era el sonido de un delfín.
-¿Eres tú, Lolo? -susurré. Me sentía tan cansado que apenas podía mover los brazos, pero conseguí agarrarme a su aleta dorsal con las dos manos. Lolo dejó escapar un animado canturreo y empezó a nadar despacio arrastrándome por el agua durante horas.
Yo pensaba: "¿Quién se va a creer esto?" Ni yo mismo me creía lo que estaba sucediendo. Nos acercamos poco a poco a la costa hasta que pude oír cómo rompían las olas. Lolo me llevó hasta la playa y dejé caer las piernas. Toqué el suelo con los pies. Estaba a salvo.
Lolo flotaba cerca de mí y susurraba su alegre canto de delfín. Le debía la vida que de una manera absurda había arriesgado por una cadena de oro. Se dio la vuelta y nadó mar adentro sumergiéndose hasta que lo perdí de vista.
- ¡Gracias, Lolo!. ¡Gracias por salvarme le vida! -grité.
Publicado por Harper Collins Publishers Nueva York 1996.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación de España 2009.
¿Por qué Marcos dice "tenemos que subir el ancla y marcharnos"?
Alternativas
A) Porque quería buscar a Lolo.
B) Porque la cadena pesaba demasiado.
C) Porque el aire duraría solo 45 minutos.
D) Porque se acercaba una gran tormenta.
Respuesta
C
Responde a partir de información explícita del texto.
Delfín al rescate
Enunciado
DELFIN AL RESCATE
Wayne Grover
Hoy Marcos y yo estuvimos a punto de no ir a bucear para buscar tesoros. Parecía que iba a haber mal tiempo, aunque se veían rayos de sol entre las nubes. Marcos conoce el tiempo de la costa mejor que nadie y no le gustaba lo que veía mientras navegaba el barco mar adentro.
Yo observaba el agua en todas direcciones buscando a mi amigo el delfín. Le había salvado la vida al sacarle un anzuelo grande que se le había clavado en la cola cuando era una cría. Le puse el nombre de Lolo y desde entonces ha sido mi compañero submarino.
Hace tiempo, cuando descubrí los restos de un viejo barco español que había naufragado, Lolo estaba nadando a mi lado. Estaba a unos cinco kilómetros de la costa y a veinte metros de profundidad. Lolo también estaba vigilando cada uno de mis movimiento,s cuando por primera vez encontré una moneda de oro. Dejé escapar un grito de alegría: -¡Yupi!
Y Lolo añadió su clic-clic, ese sonido típico de los delfines. Hasta hoy solo hemos encontrado unas cuantas monedas de oro pero ¡Es toda una aventura!
-Se acerca mucha lluvia y también bastante viento -dijo Marcos, mientras se asomaba desde la proa del barco que subía y bajaba. Yo me preguntaba si mi delfín vendría en un día tan tormentoso como este, pero en el mar agitado no se veía ninguna aleta. Entonces sentí la primera inquietud.
-Hemos llegado. Lanza el ancla -gritó Marcos. Me puse el traje de buceo y la botella de oxígeno que tenía aire para cuarenta y cinco minutos y me lancé al mar. Bajé y bajé hasta que divisé el fondo del océano. Habían pasado casi treinta minutos y solo había conseguido ver rocas y más rocas. Echaba de menos los curiosos ojos de Lolo observándome. Justo cuando el indicador de reserva de aire señalaba que era el momento de salir a la superficie vi un brillo de metal. ¡Eran varias argollas de una cadena de oro! Tiré de ella con suavidad y centímetro a centímetro medio metro de cadena fue saliendo de entre la arena. Entonces se quedó enganchada.
Mi reserva de aire se estaba agotando. Tenía que salir a la superficie inmediatamente. Intenté una vez más tirar de la cadena para soltarla pero estaba agarrada muy fuerte.
Cuando salí a la superficie Marcos agitaba los brazos con desesperación. Antes de que pudiera contarle lo que había encontrado me dijo: -¡Tenemos que subir el ancla! Avisaron de fuertes ráfagas de lluvia y viento. ¡Hay que irse!
-Marcos, espera. ¡He encontrado oro! Hay una cadena de oro con piedras preciosas que debe pesar más de dos kilogramos pero está enganchada. Quiero volver a bajar para cogerla. ¡Debe valer una fortuna!
-Ni hablar- dijo Marcos -Las olas llegarán a alcanzar más de cuatro metros. Con oro o sin él tenemos que subir el ancla e irnos.
El cielo tenía muy mal aspecto; había relámpagos y los truenos sonaban entre las olas.
-Tienes razón, Marcos, pero ¿qué pasa con nuestro tesoro? respondí yo, enfadado. Me pondré otra botella de oxígeno y volveré a sumergirme para soltar la cadena.
El barco tiraba con fuerza de las cuerdas del ancla. El viento rugía y la lluvia nos golpeaba en la cara.
-De acuerdo -aceptó Marcos- las cuerdas pueden sujetar el barco otros cinco minutos, pero ni uno más.
Salté al agua y me sumergí hasta el fondo. Allí estaba. La cadena parecía una serpiente de oro enrollada en su cama marina. Me puse a excavar cada vez más. Parecía que no se acababa nunca. Era una carrera contra el tiempo. Tenía que soltar la cadena y regresar. Miré mi reloj. Habían pasado cuatro minutos. Quizá las inmensas olas ya hubieran arrastrado el barco.
En aquel momento mis dedos tocaron algo diferente: del extremo de la cadena colgaba un medallón con rubíes incrustados. La cadena entera medía algo más de un metro y tenía diamantes cada cinco argollas; era increíblemente hermosa. Mientras me la enrollaba en el brazo izquierdo el corazón me golpeaba en el pecho a causa de la emoción. Probablemente me encontraba cerca de otras piezas del tesoro, pero el tiempo se me había acabado. Tenía que salir a la superficie.
Cuando salí, las olas empezaron a sacudirme de un lado a otro. ¡El barco había desaparecido! Me encontraba perdido y solo en medio de un mar agitado por la tormenta. Las nubes eran tan negras que parecía de noche. Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Llovía tanto que no conseguía saber en qué dirección estaba la costa.
Durante horas luché por mantenerme a flote esforzándome por respirar, mientras cada ola que pasaba me golpeaba el rostro. Solo, agotado y congelado de frío me di cuenta de que aquel podía ser mi último día en el mundo. Y eso ¿por qué? Por un ancla de oro que me arrastraría hasta el fondo.
Estaba tan cansado que apenas podía moverme. La angustia me invadía. Con la mano derecha toqué la cadena que seguía enrollada en mi brazo izquierdo. La desenrollé, abrí la mano y dejé que la joya se deslizara lentamente hacia el fondo, de vuelta a su cama marina en la que había permanecido durante casi trescientos años.
-¡Auxilio! -grité en la oscuridad. -¡Que alguien me ayude! -grité, aun sabiendo que nadie me oiría
¡Plof! ¡Plof! De repente el agua reventó a mí alrededor produciendo un fuerte ¡Bum! Entonces oí el sonido más placentero que jamás podré escuchar. Era el sonido de un delfín.
-¿Eres tú, Lolo? -susurré. Me sentía tan cansado que apenas podía mover los brazos, pero conseguí agarrarme a su aleta dorsal con las dos manos. Lolo dejó escapar un animado canturreo y empezó a nadar despacio arrastrándome por el agua durante horas.
Yo pensaba: "¿Quién se va a creer esto?" Ni yo mismo me creía lo que estaba sucediendo. Nos acercamos poco a poco a la costa hasta que pude oír cómo rompían las olas. Lolo me llevó hasta la playa y dejé caer las piernas. Toqué el suelo con los pies. Estaba a salvo.
Lolo flotaba cerca de mí y susurraba su alegre canto de delfín. Le debía la vida que de una manera absurda había arriesgado por una cadena de oro. Se dio la vuelta y nadó mar adentro sumergiéndose hasta que lo perdí de vista.
- ¡Gracias, Lolo!. ¡Gracias por salvarme le vida! -grité.
Publicado por Harper Collins Publishers Nueva York 1996.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación de España 2009.
Al final de la historia ¿cómo llegó el buzo a la playa?
Alternativas
A) Nadando solo.
B) Arrastrado por Lolo.
C) Ayudado por Marcos.
D) Empujado por las olas.
Respuesta
B
Responde a partir de la información explícita del texto: "Me sentía tan cansado que apenas podía mover los brazos, pero conseguí agarrarme a su aleta dorsal con las dos manos. Lolo dejó escapar un animado canturreo y empezó a nadar despacio arrastrándome por el agua durante horas".
El cuervo y la jarra
Enunciado
El cuervo y la jarra
|
Según el texto leído:
¿Cómo resolvió el cuervo el problema que tenía?
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Respuesta
El o la estudiante deben referir a la solución que encontró el cuervo, ya sea citando el texto o parafraseando con sus palabras.
Ejemplos de respuesta:
- Tomó una piedrecilla, la dejó caer al fondo de la jarra y vio subir un poco el nivel del agua. Entonces, llenó el fondo con unas cuantas piedrecillas más, y de esta manera pudo satisfacer su sed y salvar su vida.
- Tomó una piedra y la dejó caer en la jarra, y así descubrió que si ponía más piedras el nivel del agua subiría.
- Llenó de piedras el fondo de la jarra para que el agua subiera.
- Hizo subir el nivel del agua llenando la botella de piedras.
El cuervo y la jarra
Enunciado
El cuervo y la jarra
|
Según el texto leído:
¿Qué problema tuvo el cuervo?
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_______________________________________________________________________________________________
Respuesta
El o la estudiante debe referir a que el cuervo tenía sed y no podía alcanzar el agua al fondo de la jarra, ya sea citando el texto o parafraseando con sus palabras.
Ejemplos de respuesta:
- Se acercó medio muerto de sed a una jarra que creyó llena de agua; mas al introducir su pico en la boca de la vasija, se encontró que solo quedaba un poco de agua en el fondo y que no podía alcanzar a beberla, por mucho que se esforzara.
- Tenía sed y no podía alcanzar el agua.
- Estaba muerto de sed y trató de tomar agua de una jarra pero no alcanzaba.
- Tenía mucha sed y la jarra con agua que encontró tenía el agua al fondo y no la alcanzaba.
El cuervo y la jarra
Enunciado
El cuervo y la jarra
|
Según el texto leído:
¿Cuál es la enseñanza esta fábula?
______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
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Respuesta
Es correcta toda respuesta donde el/la estudiante mencione que no hay que darse por vencido para lograr las cosas que queremos, luchar hasta lograrlo, intentar hasta obtener obtener lo que se desea, etc.
El rey mocho
Enunciado
El rey mocho
En un pequeño pueblo había un rey a quien le faltaba una oreja. Pero casi nadie lo sabía. Siempre tenía puesta su larga peluca de rizos negros. La única persona que conocía su secreto era su amigo, el viejo peluquero del palacio, quien debía cortarle el cabello una vez al mes. Entonces, se encerraba con el rey en la torre más alta del castillo.
Un día el viejo barbero se enfermó; dos semanas después, murió.
El rey no tenía quién le cortara el cabello. Pasaron dos y tres días, dos y tres semanas y ya su cabello comenzaba a asomar por debajo de la peluca.
El rey comprendió entonces que debía buscar un nuevo peluquero. Bajó a la plaza en día de mercado y pegó un cartel frente a un lugar en donde se vendían las manzanas más sabrosas:
"EL REY BUSCA PELUQUERO, joven, hábil y discreto." |
Esa noche llegó al palacio un joven peluquero y cuando empezó a cortarle el pelo, descubrió que el rey era mocho de una oreja.
"Si lo cuentas", le dijo el rey con mucha seriedad, "te mando matar".
El nuevo peluquero salió del palacio con este gran secreto. "El rey es mocho", pensaba, "y no puedo decirselo a nadie; es un secreto entre el rey y yo''. Pero no podía dejar de pensar en el secreto y tenía ganas de contárselo a todos sus amigos.
Cuando sintió que el secreto ya iba a estallarle por dentro, corrió a la montaña y abrió un hoyo en la tierra. Metió la cabeza en el agujero y gritó: iEL REY ES MOCHO! Tapó el hueco con tierra y así enterró el secreto. Por fin se sintió tranquilo y bajó al pueblo.
Pasó el tiempo y en el lugar donde estaba enterrado el secreto, creció una linda planta de caña. Un muchacho que cuidaba cabras pasó por allí y cortó una caña para hacerse una flauta.
Cuando estuvo lista, la sopló, y la flauta cantó esta canción:
"El rey es mocho
no tiene oreja
por eso usa
peluca vieja".
El muchacho estaba feliz con esta flauta que cantaba con solo soplarla. Cortó varias cañas, preparó otras flautas y bajó al pueblo a venderlas.
Cada flauta, al soplarla, cantaba la misma canción. Y así, todo el pueblo se enteró de que al rey le faltaba una oreja.
El rey se puso muy rojo y muy bravo, subió a la torre y se encerró un largo rato. Pensó, pensó, pensó..., luego bajó, se quitó la peluca y dijo: "La verdad es que las pelucas dan mucho calor".
Y sólo se la volvió a poner en época de carnaval.
Anónimo
¿Dónde le cortaban el pelo al rey?
Alternativas
A) En el dormitorio del palacio.
B) En el comedor del castillo.
C) En la torre más alta.
D) En la peluquería.
Respuesta
Respuesta correcta: C
Torta para enemigos
Enunciado
Torta para enemigos
Derek Munson
Estaba siendo un verano perfecto hasta que Jaime Ross se mudó justo a la casa de al lado de mi mejor amigo, Esteban. Jaime no me gustó. Organizó una fiesta y ni siquiera me invitó. Pero sí invitó a mi mejor amigo Esteban.
Nunca había tenido un enemigo hasta que Jaime vino a vivir al barrio. Mi padre me dijo que cuando tenía mi edad también tuvo enemigos. Pero sabía una forma para deshacerse de ellos.
Mi padre sacó un pedazo de papel viejo de un libro de recetas.
-Torta para enemigos -, dijo satisfecho.
Puede que te preguntes qué es exactamente una torta para enemigos. Mi padre me dijo que la receta era tan secreta que ni siquiera podía contármela a mí. Le rogué que me contara algo, pero no hubo manera.
-Te diré una cosa, Tomás -, me dijo. -La torta para enemigos es el método más rápido que se conoce para deshacerse de los enemigos.
Esto me hizo pensar ¿qué clase de ingredientes asquerosos pondría yo en la torta para enemigos? Le llevé a mi padre gusanos y piedras, pero me las devolvió en seguida.
Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.
Intenté imaginar el horrible olor de la torta para enemigos. Pero me llegó un olor muy agradable. Por lo que parecía venía de nuestra cocina. Estaba confundido.
Entré para preguntarle a mi padre qué pasaba. La torta para enemigos no tenía que oler tan bien. Pero mi padre era inteligente. -Si huele mal, tu enemigo nunca se la va a comer -, dijo. Se notaba que había hecho esa torta antes.
El reloj del horno sonó. Mi padre se puso unos guantes y sacó la torta. ¡Se veía lo suficientemente rica como para comérsela! Yo empezaba a entender.
Pero aún no estaba seguro de cómo funcionaba esa torta para enemigos. ¿Qué les hacía exactamente a los enemigos? Puede que hiciera que se les cayera el pelo o que su aliento oliera mal. Pregunté a mi padre, pero no fue de ayuda.
Mientras la torta se enfriaba, mi padre me contó lo que yo tenía que hacer.
-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo.
Por supuesto que lo estaba.
Todo lo que tenía que hacer era pasar un día con Jaime y, después, desaparecería de mi vida. Fui en bici hasta su casa y toqué la puerta.
Cuando Jaime abrió la puerta, parecía sorprendido.
-¿Puedes salir a jugar? -, le pregunté.
Parecía confundido. -Voy a preguntárselo a mi madre -, dijo. Y volvió con los zapatos en la mano.
Anduvimos en bici un rato y luego comimos. Después de comer fuimos a mi casa.
Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.
Jugamos hasta que mi padre nos llamó para la cena.
Mi padre había hecho mi comida favorita. ¡Resultó que también era la favorita de Jaime! Quizás Jaime no era tan malo después de todo. Empecé a pensar que tal vez debíamos olvidarnos de la torta para enemigos.
-Papá -, dije-, es genial tener un amigo nuevo. Intentaba decirle que Jaime ya no era mi enemigo. Pero mi padre se limitó a sonreír y asentir. Creo que pensó que yo estaba disimulando.
Pero después de cenar, mi padre trajo la torta. Sirvió tres platos y nos pasó uno a mí y otro a Jaime.
-¡Vaya! -, exclamó Jaime, mirando la torta.
Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!
-¡No te la comas! -, le grité- ¡Está mala!
El tenedor de Jaime se detuvo antes de llegar a su boca. Me miró con cara extraña. Me sentí aliviado. Acababa de salvarle la vida.
-Si está tan mala, ¿por qué tu padre se ha comido ya la mitad? -, preguntó Jaime.
Era cierto, mi padre se estaba comiendo la torta para enemigos.
-Qué buena -murmuró mi padre. Me quedé sentado viéndolos comer. ¡A ninguno de los dos se le caía el pelo! Parecía no tener problemas, así que probé un pedacito. ¡Estaba deliciosa!
Después del postre, Jaime me invitó a ir a su casa al día siguiente por la mañana.
En cuanto a la torta para enemigos, sigo sin saber cómo hacerla. Aún me pregunto si los enemigos realmente la odian, si se les cae el pelo o si su aliento se vuelve apestoso. Pero no sé si algún día sabré la respuesta, pues precisamente perdí a mi mejor enemigo.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España 2013. Ilustrado por Tara Calahan.
¿Qué clase de persona es el padre de Tomás?
Da un ejemplo que fundamente tu opinión sobre el padre de Tomás.
Alternativas
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Respuesta
La respuesta describe un rasgo verosímil del carácter del padre de Tomás, el cual es fundamental para su papel en el cuento (p. ej.: atento, afectuoso, inteligente, simpático, tramposo, reservado). Además, la respuesta proporciona un ejemplo de la actuación del padre de Tomás que prueba ese rasgo de su personalidad.
Nota para los correctores: los rasgos de personalidad pueden expresarse con una larga descripción en lugar de una sola palabra.
Ejemplos:
− Era afectuoso porque quería ayudar a su hijo a hacer amigos.
− Era inteligente por cómo encontró la manera en que los niños se lleven bien.
− Era la clase de persona que sabe guardar secretos. Evitó que Tomás descubriera que la torta para enemigos no era más que una torta normal.
− Era amable. Quería que Tomás y Jaime se llevaran bien.
− El padre de Tomás era bueno. Pensó en un plan para que su hijo hiciera amigos.
¿Por qué el cocodrilo se sumerge en el agua?
Enunciado
¿Por qué el cocodrilo se sumerge en el agua?
En algunas aldeas de Namibia, cuentan que hace mucho, mucho tiempo, el cocodrilo tenía la piel lisa y dorada como si fuera de oro. Dicen que pasaba todo el día debajo del agua en las aguas embarradas, que solo salía de ellas durante la noche y que la luna se reflejaba en su brillante y lisa piel. Todos los otros animales iban a esas horas a beber agua y se quedaban admirados contemplando la hermosa piel dorada del cocodrilo.
El animal, orgulloso de la admiración que causaba su piel, empezó a salir del agua durante el día para presumir de ella. Entonces los demás no solo iban por la noche a beber agua sino que se acercaban también cuando brillaba el sol para contemplar la piel dorada del cocodrilo.
Pero sucedió que el sol brillante poco a poco le fue secando la piel, cubierta de una capa de reluciente barro y cada día se iba poniendo más fea. Al ver este cambio en la piel, los otros animales iban perdiendo su admiración. Cada día la piel del cocodrilo se cuarteaba más, hasta que se le quedó como ahora la tiene: cubierta de grandes y duras escamas parduscas.
Finalmente, ante esta transformación, los otros animales no volvieron a beber durante el día ni a contemplar la antigua hermosa piel dorada del cocodrilo.
El cocodrilo, antes tan orgulloso de su piel dorada, nunca se recuperó de la vergüenza y la humillación, y desde entonces, cuando otros se le acercan, se sumerge rápidamente en el agua dejando solo sus ojos y orificios nasales sobre la superficie.
Fuente: Rayneri J. (2004). Cuentos africanos (pp. 15-17). Ciudad de La Habana Cuba.
Según el texto, la piel del cocodrilo antes era:
Alternativas
A) lisa y dorada.
B) aspera y rugosa.
C) dura y escamosa
D) cálida y húmeda.
Respuesta
A
El el primer párrafo se señala que el cocodrilo hace mucho tiempo atrás solía tener su piel lisa y brillante de un color dorado.
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
Enunciado
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
En la mitología inuit, ningún chamán es tan conocido como Kiviok, quien ofrecía a los espíritus su luz y calor, por lo cual fue dotado con poderes especiales. Con estos dones, se convirtió en el chamán más poderoso y vivió muchas aventuras a medida que viajaba por la Tierra.
Cierto día, en uno de sus viajes, Kiviok encontró un lago por casualidad y, como la noche se acercaba, decidió levantar su campamento ahí. Viendo que el hielo se formaría sobre el agua, Kiviok decidió hacer fuego, para lo cual sacó su gran hacha y comenzó a cortar árboles como combustible. Mientras Kiviok cortaba árbol tras árbol, una viruta de madera cayó al agua y un pez nació. El pez, mirando a Kiviok, se burló de él, pero Kiviok no le prestó mucha atención.
Kiviok intentaba no hacer caso al pez, pero a medida que las virutas de madera caían en el agua, estas se convertían en peces, y todos se burlaban de él.
Finalmente, los peces acabaron con la paciencia de Kiviok, que enfureció y comenzó a cortar todos los árboles. Tal cantidad de virutas y trozos saltaban por los aires que parecía de noche aun siendo de día; cada viruta que caía en el lago se convertía en un pez. Cada árbol diferente cortado por Kiviok produjo un tipo de pez diferente, desde la trucha al salmón. Kiviok siguió cortando y cortando árboles hasta que, finalmente, disminuyó su rabia y alzó la vista. Al mirar a su alrededor, Kiviok se dio cuenta de que ya no quedaba ningún árbol en ese lugar, y que al mismo tiempo, los lagos y los mares estaban repletos de peces.
Mito Inuit, fragmento sacado de http://www.cervantesvirtual.com
Según el texto, ¿cuándo comenzaron a aparecer los peces?
Alternativas
A) Cuando Kiviok sacó su hacha y comenzó a cortar árboles.
B) Cuando Kiviok terminó de cortar todo lo que encontró.
C) Cuando las virutas de madera saltaban por los aires.
C) Cuando una viruta de madera cayó en el agua.
Respuesta
D
Según el texto, los peces comenzaron a aparecer una vez que el chamán comenzó a cortar los árboles y una viruta de madera cayó en el agua. Esto se puede apreciar en el siguiente fragmento perteneciente al segundo párrafo del escrito: "Mientras Kiviok cortaba árbol tras árbol, una viruta de madera cayó al agua y un pez nació.". De esta manera, podemos afirmar que los peces aparecieron únicamente cuando las virutas tocaban el agua, por lo tanto, la alternativa correcta es D.
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
Enunciado
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
En la mitología inuit, ningún chamán es tan conocido como Kiviok, quien ofrecía a los espíritus su luz y calor, por lo cual fue dotado con poderes especiales. Con estos dones, se convirtió en el chamán más poderoso y vivió muchas aventuras a medida que viajaba por la Tierra.
Cierto día, en uno de sus viajes, Kiviok encontró un lago por casualidad y, como la noche se acercaba, decidió levantar su campamento ahí. Viendo que el hielo se formaría sobre el agua, Kiviok decidió hacer fuego, para lo cual sacó su gran hacha y comenzó a cortar árboles como combustible. Mientras Kiviok cortaba árbol tras árbol, una viruta de madera cayó al agua y un pez nació. El pez, mirando a Kiviok, se burló de él, pero Kiviok no le prestó mucha atención.
Kiviok intentaba no hacer caso al pez, pero a medida que las virutas de madera caían en el agua, estas se convertían en peces, y todos se burlaban de él.
Finalmente, los peces acabaron con la paciencia de Kiviok, que enfureció y comenzó a cortar todos los árboles. Tal cantidad de virutas y trozos saltaban por los aires que parecía de noche aun siendo de día; cada viruta que caía en el lago se convertía en un pez. Cada árbol diferente cortado por Kiviok produjo un tipo de pez diferente, desde la trucha al salmón. Kiviok siguió cortando y cortando árboles hasta que, finalmente, disminuyó su rabia y alzó la vista. Al mirar a su alrededor, Kiviok se dio cuenta de que ya no quedaba ningún árbol en ese lugar, y que al mismo tiempo, los lagos y los mares estaban repletos de peces.
Mito Inuit, fragmento sacado de http://www.cervantesvirtual.com
Según el texto, ¿por qué el chamán Kiviok fue dotado de poderes especiales?
Alternativas
A) Porque era un chamán muy conocido.
B) Porque ofrecía su luz y calor a los espíritus.
C) Porque vivió muchas aventuras viajando por la Tierra.
Respuesta
B
En el primer parrafo del texto se puede encontrar que el chamán Kiviok tambien conocido como "Kivok" era el más poderoso, esto debido a que ofrecía a los espiritus su luz y calor, por lo cual fue dotado con poderes especiales. De esta manera, la alternativa correcta es B.
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
Enunciado
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
En la mitología inuit, ningún chamán es tan conocido como Kiviok, quien ofrecía a los espíritus su luz y calor, por lo cual fue dotado con poderes especiales. Con estos dones, se convirtió en el chamán más poderoso y vivió muchas aventuras a medida que viajaba por la Tierra.
Cierto día, en uno de sus viajes, Kiviok encontró un lago por casualidad y, como la noche se acercaba, decidió levantar su campamento ahí. Viendo que el hielo se formaría sobre el agua, Kiviok decidió hacer fuego, para lo cual sacó su gran hacha y comenzó a cortar árboles como combustible. Mientras Kiviok cortaba árbol tras árbol, una viruta de madera cayó al agua y un pez nació. El pez, mirando a Kiviok, se burló de él, pero Kiviok no le prestó mucha atención.
Kiviok intentaba no hacer caso al pez, pero a medida que las virutas de madera caían en el agua, estas se convertían en peces, y todos se burlaban de él.
Finalmente, los peces acabaron con la paciencia de Kiviok, que enfureció y comenzó a cortar todos los árboles. Tal cantidad de virutas y trozos saltaban por los aires que parecía de noche aun siendo de día; cada viruta que caía en el lago se convertía en un pez. Cada árbol diferente cortado por Kiviok produjo un tipo de pez diferente, desde la trucha al salmón. Kiviok siguió cortando y cortando árboles hasta que, finalmente, disminuyó su rabia y alzó la vista. Al mirar a su alrededor, Kiviok se dio cuenta de que ya no quedaba ningún árbol en ese lugar, y que al mismo tiempo, los lagos y los mares estaban repletos de peces.
Mito Inuit, fragmento sacado de http://www.cervantesvirtual.com
¿Cómo se sentía Kiviok al inicio del cuarto párrafo?
Alternativas
A) Sorprendido.
B) Poderoso.
C) Enfurecido.
Respuesta
C
En este mito, el chamán fue descrito como lleno de rabia puesto que las burlas de los peces lo habían "enfurecido", emoción que lo motivó a cortar todos los árboles que se encontraban alrededor del lago. De esta manera, la alternativa correcta es C.
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
Enunciado
¿Por qué no hay árboles en el polo norte?
En la mitología inuit, ningún chamán es tan conocido como Kiviok, quien ofrecía a los espíritus su luz y calor, por lo cual fue dotado con poderes especiales. Con estos dones, se convirtió en el chamán más poderoso y vivió muchas aventuras a medida que viajaba por la Tierra.
Cierto día, en uno de sus viajes, Kiviok encontró un lago por casualidad y, como la noche se acercaba, decidió levantar su campamento ahí. Viendo que el hielo se formaría sobre el agua, Kiviok decidió hacer fuego, para lo cual sacó su gran hacha y comenzó a cortar árboles como combustible. Mientras Kiviok cortaba árbol tras árbol, una viruta de madera cayó al agua y un pez nació. El pez, mirando a Kiviok, se burló de él, pero Kiviok no le prestó mucha atención.
Kiviok intentaba no hacer caso al pez, pero a medida que las virutas de madera caían en el agua, estas se convertían en peces, y todos se burlaban de él.
Finalmente, los peces acabaron con la paciencia de Kiviok, que enfureció y comenzó a cortar todos los árboles. Tal cantidad de virutas y trozos saltaban por los aires que parecía de noche aun siendo de día; cada viruta que caía en el lago se convertía en un pez. Cada árbol diferente cortado por Kiviok produjo un tipo de pez diferente, desde la trucha al salmón. Kiviok siguió cortando y cortando árboles hasta que, finalmente, disminuyó su rabia y alzó la vista. Al mirar a su alrededor, Kiviok se dio cuenta de que ya no quedaba ningún árbol en ese lugar, y que al mismo tiempo, los lagos y los mares estaban repletos de peces.
Mito Inuit, fragmento sacado de http://www.cervantesvirtual.com
Al inicio del cuento, ¿donde se encuentra Kiviok?
Alternativas
A) Cerca de la montaña, junto a una cascada.
B) Al lado de un lago rodeado de árboles.
C) En un campo verde lleno de flores.
Respuesta
B
Como se puede observar en el segundo párrafo del relato, el protagonista se detiene junto a un lago, y comienza a cortar árboles para hacer fuego. De esta manera, podemos afirmar que los acontecimientos ocurren junto a un lago en torno al cual había plantados árboles. Es decir, la alternativa correcta es B.
Torta para enemigos
Enunciado
Torta para enemigos
Derek Munson
Estaba siendo un verano perfecto hasta que Jaime Ross se mudó justo a la casa de al lado de mi mejor amigo, Esteban. Jaime no me gustó. Organizó una fiesta y ni siquiera me invitó. Pero sí invitó a mi mejor amigo Esteban.
Nunca había tenido un enemigo hasta que Jaime vino a vivir al barrio. Mi padre me dijo que cuando tenía mi edad también tuvo enemigos. Pero sabía una forma para deshacerse de ellos.
Mi padre sacó un pedazo de papel viejo de un libro de recetas.
-Torta para enemigos -, dijo satisfecho.
Puede que te preguntes qué es exactamente una torta para enemigos. Mi padre me dijo que la receta era tan secreta que ni siquiera podía contármela a mí. Le rogué que me contara algo, pero no hubo manera.
-Te diré una cosa, Tomás -, me dijo. -La torta para enemigos es el método más rápido que se conoce para deshacerse de los enemigos.
Esto me hizo pensar ¿qué clase de ingredientes asquerosos pondría yo en la torta para enemigos? Le llevé a mi padre gusanos y piedras, pero me las devolvió en seguida.
Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.
Intenté imaginar el horrible olor de la torta para enemigos. Pero me llegó un olor muy agradable. Por lo que parecía venía de nuestra cocina. Estaba confundido.
Entré para preguntarle a mi padre qué pasaba. La torta para enemigos no tenía que oler tan bien. Pero mi padre era inteligente. -Si huele mal, tu enemigo nunca se la va a comer -, dijo. Se notaba que había hecho esa torta antes.
El reloj del horno sonó. Mi padre se puso unos guantes y sacó la torta. ¡Se veía lo suficientemente rica como para comérsela! Yo empezaba a entender.
Pero aún no estaba seguro de cómo funcionaba esa torta para enemigos. ¿Qué les hacía exactamente a los enemigos? Puede que hiciera que se les cayera el pelo o que su aliento oliera mal. Pregunté a mi padre, pero no fue de ayuda.
Mientras la torta se enfriaba, mi padre me contó lo que yo tenía que hacer.
-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo.
Por supuesto que lo estaba.
Todo lo que tenía que hacer era pasar un día con Jaime y, después, desaparecería de mi vida. Fui en bici hasta su casa y toqué la puerta.
Cuando Jaime abrió la puerta, parecía sorprendido.
-¿Puedes salir a jugar? -, le pregunté.
Parecía confundido. -Voy a preguntárselo a mi madre -, dijo. Y volvió con los zapatos en la mano.
Anduvimos en bici un rato y luego comimos. Después de comer fuimos a mi casa.
Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.
Jugamos hasta que mi padre nos llamó para la cena.
Mi padre había hecho mi comida favorita. ¡Resultó que también era la favorita de Jaime! Quizás Jaime no era tan malo después de todo. Empecé a pensar que tal vez debíamos olvidarnos de la torta para enemigos.
-Papá -, dije-, es genial tener un amigo nuevo. Intentaba decirle que Jaime ya no era mi enemigo. Pero mi padre se limitó a sonreír y asentir. Creo que pensó que yo estaba disimulando.
Pero después de cenar, mi padre trajo la torta. Sirvió tres platos y nos pasó uno a mí y otro a Jaime.
-¡Vaya! -, exclamó Jaime, mirando la torta.
Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!
-¡No te la comas! -, le grité- ¡Está mala!
El tenedor de Jaime se detuvo antes de llegar a su boca. Me miró con cara extraña. Me sentí aliviado. Acababa de salvarle la vida.
-Si está tan mala, ¿por qué tu padre se ha comido ya la mitad? -, preguntó Jaime.
Era cierto, mi padre se estaba comiendo la torta para enemigos.
-Qué buena -murmuró mi padre. Me quedé sentado viéndolos comer. ¡A ninguno de los dos se le caía el pelo! Parecía no tener problemas, así que probé un pedacito. ¡Estaba deliciosa!
Después del postre, Jaime me invitó a ir a su casa al día siguiente por la mañana.
En cuanto a la torta para enemigos, sigo sin saber cómo hacerla. Aún me pregunto si los enemigos realmente la odian, si se les cae el pelo o si su aliento se vuelve apestoso. Pero no sé si algún día sabré la respuesta, pues precisamente perdí a mi mejor enemigo.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España 2013. Ilustrado por Tara Calahan.
¿Por qué pensó Tomás que, después de todo, podía ser un verano genial?
Alternativas
A) Le gustaba jugar en la calle.
B) Había hecho un nuevo amigo.
C) Quería probar la torta para enemigos.
D) Estaba entusiasmado con el plan de su padre.
Respuesta
D
Como puede observarse en uno de los párrafos intermedios del relato, Tomás había recuperado el ánimo, pues sabía que su padre lo estaba ayudando a vencer a su nuevo enemigo. Lo anterior se desprende del siguiente fragmento: "Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.". En otras palabras, estaba contento porque su padre se encontraba haciendo la torta con la que alejaría a su nuevo vecino y enemigo: Jaime. Por tanto, la respuesta correcta es D.
Torta para enemigos
Enunciado
Torta para enemigos
Derek Munson
Estaba siendo un verano perfecto hasta que Jaime Ross se mudó justo a la casa de al lado de mi mejor amigo, Esteban. Jaime no me gustó. Organizó una fiesta y ni siquiera me invitó. Pero sí invitó a mi mejor amigo Esteban.
Nunca había tenido un enemigo hasta que Jaime vino a vivir al barrio. Mi padre me dijo que cuando tenía mi edad también tuvo enemigos. Pero sabía una forma para deshacerse de ellos.
Mi padre sacó un pedazo de papel viejo de un libro de recetas.
-Torta para enemigos -, dijo satisfecho.
Puede que te preguntes qué es exactamente una torta para enemigos. Mi padre me dijo que la receta era tan secreta que ni siquiera podía contármela a mí. Le rogué que me contara algo, pero no hubo manera.
-Te diré una cosa, Tomás -, me dijo. -La torta para enemigos es el método más rápido que se conoce para deshacerse de los enemigos.
Esto me hizo pensar ¿qué clase de ingredientes asquerosos pondría yo en la torta para enemigos? Le llevé a mi padre gusanos y piedras, pero me las devolvió en seguida.
Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.
Intenté imaginar el horrible olor de la torta para enemigos. Pero me llegó un olor muy agradable. Por lo que parecía venía de nuestra cocina. Estaba confundido.
Entré para preguntarle a mi padre qué pasaba. La torta para enemigos no tenía que oler tan bien. Pero mi padre era inteligente. -Si huele mal, tu enemigo nunca se la va a comer -, dijo. Se notaba que había hecho esa torta antes.
El reloj del horno sonó. Mi padre se puso unos guantes y sacó la torta. ¡Se veía lo suficientemente rica como para comérsela! Yo empezaba a entender.
Pero aún no estaba seguro de cómo funcionaba esa torta para enemigos. ¿Qué les hacía exactamente a los enemigos? Puede que hiciera que se les cayera el pelo o que su aliento oliera mal. Pregunté a mi padre, pero no fue de ayuda.
Mientras la torta se enfriaba, mi padre me contó lo que yo tenía que hacer.
-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo.
Por supuesto que lo estaba.
Todo lo que tenía que hacer era pasar un día con Jaime y, después, desaparecería de mi vida. Fui en bici hasta su casa y toqué la puerta.
Cuando Jaime abrió la puerta, parecía sorprendido.
-¿Puedes salir a jugar? -, le pregunté.
Parecía confundido. -Voy a preguntárselo a mi madre -, dijo. Y volvió con los zapatos en la mano.
Anduvimos en bici un rato y luego comimos. Después de comer fuimos a mi casa.
Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.
Jugamos hasta que mi padre nos llamó para la cena.
Mi padre había hecho mi comida favorita. ¡Resultó que también era la favorita de Jaime! Quizás Jaime no era tan malo después de todo. Empecé a pensar que tal vez debíamos olvidarnos de la torta para enemigos.
-Papá -, dije-, es genial tener un amigo nuevo. Intentaba decirle que Jaime ya no era mi enemigo. Pero mi padre se limitó a sonreír y asentir. Creo que pensó que yo estaba disimulando.
Pero después de cenar, mi padre trajo la torta. Sirvió tres platos y nos pasó uno a mí y otro a Jaime.
-¡Vaya! -, exclamó Jaime, mirando la torta.
Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!
-¡No te la comas! -, le grité- ¡Está mala!
El tenedor de Jaime se detuvo antes de llegar a su boca. Me miró con cara extraña. Me sentí aliviado. Acababa de salvarle la vida.
-Si está tan mala, ¿por qué tu padre se ha comido ya la mitad? -, preguntó Jaime.
Era cierto, mi padre se estaba comiendo la torta para enemigos.
-Qué buena -murmuró mi padre. Me quedé sentado viéndolos comer. ¡A ninguno de los dos se le caía el pelo! Parecía no tener problemas, así que probé un pedacito. ¡Estaba deliciosa!
Después del postre, Jaime me invitó a ir a su casa al día siguiente por la mañana.
En cuanto a la torta para enemigos, sigo sin saber cómo hacerla. Aún me pregunto si los enemigos realmente la odian, si se les cae el pelo o si su aliento se vuelve apestoso. Pero no sé si algún día sabré la respuesta, pues precisamente perdí a mi mejor enemigo.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España 2013. Ilustrado por Tara Calahan.
¿Cómo se sintió Tomás cuando su padre le sirvió a Jaime un pedazo de torta para enemigos?
Alternativas
A) Molesto.
B) Asustado.
C) Satisfecho.
D) Sorprendido.
Respuesta
B
Como se puede observar en los últimos párrafos del relato, Tomás se sentía muy asustado al momento de ver llegar la torta para enemigos, esto porque se había dado cuenta que Jaime era un buen niño, se llevaban bien e, incluso, podía considerarlo su amigo. Lo anterior se desprende del siguiente fragmento: "Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!". Por lo tanto, la respuesta correcta es B.
Torta para enemigos
Enunciado
Torta para enemigos
Derek Munson
Estaba siendo un verano perfecto hasta que Jaime Ross se mudó justo a la casa de al lado de mi mejor amigo, Esteban. Jaime no me gustó. Organizó una fiesta y ni siquiera me invitó. Pero sí invitó a mi mejor amigo Esteban.
Nunca había tenido un enemigo hasta que Jaime vino a vivir al barrio. Mi padre me dijo que cuando tenía mi edad también tuvo enemigos. Pero sabía una forma para deshacerse de ellos.
Mi padre sacó un pedazo de papel viejo de un libro de recetas.
-Torta para enemigos -, dijo satisfecho.
Puede que te preguntes qué es exactamente una torta para enemigos. Mi padre me dijo que la receta era tan secreta que ni siquiera podía contármela a mí. Le rogué que me contara algo, pero no hubo manera.
-Te diré una cosa, Tomás -, me dijo. -La torta para enemigos es el método más rápido que se conoce para deshacerse de los enemigos.
Esto me hizo pensar ¿qué clase de ingredientes asquerosos pondría yo en la torta para enemigos? Le llevé a mi padre gusanos y piedras, pero me las devolvió en seguida.
Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.
Intenté imaginar el horrible olor de la torta para enemigos. Pero me llegó un olor muy agradable. Por lo que parecía venía de nuestra cocina. Estaba confundido.
Entré para preguntarle a mi padre qué pasaba. La torta para enemigos no tenía que oler tan bien. Pero mi padre era inteligente. -Si huele mal, tu enemigo nunca se la va a comer -, dijo. Se notaba que había hecho esa torta antes.
El reloj del horno sonó. Mi padre se puso unos guantes y sacó la torta. ¡Se veía lo suficientemente rica como para comérsela! Yo empezaba a entender.
Pero aún no estaba seguro de cómo funcionaba esa torta para enemigos. ¿Qué les hacía exactamente a los enemigos? Puede que hiciera que se les cayera el pelo o que su aliento oliera mal. Pregunté a mi padre, pero no fue de ayuda.
Mientras la torta se enfriaba, mi padre me contó lo que yo tenía que hacer.
-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo.
Por supuesto que lo estaba.
Todo lo que tenía que hacer era pasar un día con Jaime y, después, desaparecería de mi vida. Fui en bici hasta su casa y toqué la puerta.
Cuando Jaime abrió la puerta, parecía sorprendido.
-¿Puedes salir a jugar? -, le pregunté.
Parecía confundido. -Voy a preguntárselo a mi madre -, dijo. Y volvió con los zapatos en la mano.
Anduvimos en bici un rato y luego comimos. Después de comer fuimos a mi casa.
Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.
Jugamos hasta que mi padre nos llamó para la cena.
Mi padre había hecho mi comida favorita. ¡Resultó que también era la favorita de Jaime! Quizás Jaime no era tan malo después de todo. Empecé a pensar que tal vez debíamos olvidarnos de la torta para enemigos.
-Papá -, dije-, es genial tener un amigo nuevo. Intentaba decirle que Jaime ya no era mi enemigo. Pero mi padre se limitó a sonreír y asentir. Creo que pensó que yo estaba disimulando.
Pero después de cenar, mi padre trajo la torta. Sirvió tres platos y nos pasó uno a mí y otro a Jaime.
-¡Vaya! -, exclamó Jaime, mirando la torta.
Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!
-¡No te la comas! -, le grité- ¡Está mala!
El tenedor de Jaime se detuvo antes de llegar a su boca. Me miró con cara extraña. Me sentí aliviado. Acababa de salvarle la vida.
-Si está tan mala, ¿por qué tu padre se ha comido ya la mitad? -, preguntó Jaime.
Era cierto, mi padre se estaba comiendo la torta para enemigos.
-Qué buena -murmuró mi padre. Me quedé sentado viéndolos comer. ¡A ninguno de los dos se le caía el pelo! Parecía no tener problemas, así que probé un pedacito. ¡Estaba deliciosa!
Después del postre, Jaime me invitó a ir a su casa al día siguiente por la mañana.
En cuanto a la torta para enemigos, sigo sin saber cómo hacerla. Aún me pregunto si los enemigos realmente la odian, si se les cae el pelo o si su aliento se vuelve apestoso. Pero no sé si algún día sabré la respuesta, pues precisamente perdí a mi mejor enemigo.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España 2013. Ilustrado por Tara Calahan.
Durante la cena, ¿por qué Tomás empezó a pensar que él y su padre debían olvidarse de la torta para enemigos?
Alternativas
A) Porque Tomás empezaba a hacer amigo de Jaime.
B) Porque Tomás no quería compartir el postre con Jaime.
C) Porque Tomás quería que la torta para enemigos fuera un secreto.
D) Porque Tomás no creía que la torta para enemigos fuera a funcionar.
Respuesta
A
Como puede observarse en los párrafos finales del relasto, Tomás había empezado a llevarse bien con Jaime, esto tras jugar toda la tarde y, luego, compartir la cena juntos en casa. Lo anterior puede desprenderse del siguiente fragmento: "Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.". Es más, luego de comer, Tomás trató de decirle a su padre que ya no era necesaria la torta para enemigos, pero este último la sirvió igual, haciendo pensar a Tomás que no había entendido el mensaje. Por todo lo anterior, podemos afirmar que la respuesta correcta es A.
Torta para enemigos
Enunciado
Torta para enemigos
Derek Munson
Estaba siendo un verano perfecto hasta que Jaime Ross se mudó justo a la casa de al lado de mi mejor amigo, Esteban. Jaime no me gustó. Organizó una fiesta y ni siquiera me invitó. Pero sí invitó a mi mejor amigo Esteban.
Nunca había tenido un enemigo hasta que Jaime vino a vivir al barrio. Mi padre me dijo que cuando tenía mi edad también tuvo enemigos. Pero sabía una forma para deshacerse de ellos.
Mi padre sacó un pedazo de papel viejo de un libro de recetas.
-Torta para enemigos -, dijo satisfecho.
Puede que te preguntes qué es exactamente una torta para enemigos. Mi padre me dijo que la receta era tan secreta que ni siquiera podía contármela a mí. Le rogué que me contara algo, pero no hubo manera.
-Te diré una cosa, Tomás -, me dijo. -La torta para enemigos es el método más rápido que se conoce para deshacerse de los enemigos.
Esto me hizo pensar ¿qué clase de ingredientes asquerosos pondría yo en la torta para enemigos? Le llevé a mi padre gusanos y piedras, pero me las devolvió en seguida.
Salí a jugar. Durante todo ese rato escuchaba el ruido que hacía mi padre en la cocina. Después de todo, este podía ser un verano genial.
Intenté imaginar el horrible olor de la torta para enemigos. Pero me llegó un olor muy agradable. Por lo que parecía venía de nuestra cocina. Estaba confundido.
Entré para preguntarle a mi padre qué pasaba. La torta para enemigos no tenía que oler tan bien. Pero mi padre era inteligente. -Si huele mal, tu enemigo nunca se la va a comer -, dijo. Se notaba que había hecho esa torta antes.
El reloj del horno sonó. Mi padre se puso unos guantes y sacó la torta. ¡Se veía lo suficientemente rica como para comérsela! Yo empezaba a entender.
Pero aún no estaba seguro de cómo funcionaba esa torta para enemigos. ¿Qué les hacía exactamente a los enemigos? Puede que hiciera que se les cayera el pelo o que su aliento oliera mal. Pregunté a mi padre, pero no fue de ayuda.
Mientras la torta se enfriaba, mi padre me contó lo que yo tenía que hacer.
-Para que funcione, tienes que pasar un día con tu enemigo. Y, además, tienes que ser simpático con él. No es fácil, pero es la única forma de que la torta para enemigos funcione. ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? -, me dijo.
Por supuesto que lo estaba.
Todo lo que tenía que hacer era pasar un día con Jaime y, después, desaparecería de mi vida. Fui en bici hasta su casa y toqué la puerta.
Cuando Jaime abrió la puerta, parecía sorprendido.
-¿Puedes salir a jugar? -, le pregunté.
Parecía confundido. -Voy a preguntárselo a mi madre -, dijo. Y volvió con los zapatos en la mano.
Anduvimos en bici un rato y luego comimos. Después de comer fuimos a mi casa.
Era extraño, pero me estaba divirtiendo con mi enemigo. No podía contárselo a mi padre, pues había trabajado mucho para hacer la torta.
Jugamos hasta que mi padre nos llamó para la cena.
Mi padre había hecho mi comida favorita. ¡Resultó que también era la favorita de Jaime! Quizás Jaime no era tan malo después de todo. Empecé a pensar que tal vez debíamos olvidarnos de la torta para enemigos.
-Papá -, dije-, es genial tener un amigo nuevo. Intentaba decirle que Jaime ya no era mi enemigo. Pero mi padre se limitó a sonreír y asentir. Creo que pensó que yo estaba disimulando.
Pero después de cenar, mi padre trajo la torta. Sirvió tres platos y nos pasó uno a mí y otro a Jaime.
-¡Vaya! -, exclamó Jaime, mirando la torta.
Me entró el pánico ¡No quería que Jaime comiera la torta para enemigos! ¡Era mi amigo!
-¡No te la comas! -, le grité- ¡Está mala!
El tenedor de Jaime se detuvo antes de llegar a su boca. Me miró con cara extraña. Me sentí aliviado. Acababa de salvarle la vida.
-Si está tan mala, ¿por qué tu padre se ha comido ya la mitad? -, preguntó Jaime.
Era cierto, mi padre se estaba comiendo la torta para enemigos.
-Qué buena -murmuró mi padre. Me quedé sentado viéndolos comer. ¡A ninguno de los dos se le caía el pelo! Parecía no tener problemas, así que probé un pedacito. ¡Estaba deliciosa!
Después del postre, Jaime me invitó a ir a su casa al día siguiente por la mañana.
En cuanto a la torta para enemigos, sigo sin saber cómo hacerla. Aún me pregunto si los enemigos realmente la odian, si se les cae el pelo o si su aliento se vuelve apestoso. Pero no sé si algún día sabré la respuesta, pues precisamente perdí a mi mejor enemigo.
Extraído de la versión española publicada por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte de España 2013. Ilustrado por Tara Calahan.
¿Cuál era el secreto final que mantuvo el padre sobre la torta para enemigos?
Alternativas
A) Que era una torta normal.
B) Que era una torta comprada.
C) Que era una torta envenenada.
Respuesta
A
Como podemos interpretar del relato, el padre, desde siempre, tenía la intención de preparar una torta normal. Para mantener el secreto hasta el final, no le dijo a su hijo cuáles eran los ingredientes, esto para que pensara que era una torta especial. Incluso, el padre rechazó los ingredientes que Tomás le llevó (piedras y gusanos), ya que el padre quería que la torta quedara sabrosa para que su hijo pudiese disfrutarla junto a Jaime. En definitiva, todo fue un plan del padre para que su hijo pudiese conocer mejor a su nuevo vecino y, así, romper el prejuicio que lo hacía pensar que este era su enemigo. Por lo tanto, la alternativa correcta es A.