El trauco
Enunciado
El trauco
Las descripciones físicas del Trauco lo presentan como un enano deforme, de no más de 84 centímetros de altura. Vive en el hueco de los árboles o en cavernas naturales, alimentándose de frutos del bosque como un hombre primitivo. Y como él, usa un hacha de piedra, con la que anuncia su presencia golpeando los árboles. A imitación del hombre moderno, en cambio, se esmera en presentarse bien vestido, con traje de quilineja y un sombrero tipo cucurucho, tejido de parecidas fibras silvestres. Sus piernas cortas y chuecas terminan en un remedo de pie sin talón y sin dedos, lo que le da un andar inseguro. Para superar este defecto, el Trauco usa un bastón llamado pahueldún, tan retorcido como él, y con el cual llega a identificarse. Así, cuando un chilote cree encontrar un pahueldún botado en el bosque, lo azota contra una piedra sabiendo que el Trauco sufrirá en su cuerpo el dolor del castigo. Llegando a casa colgará el palo sobre el fogón, y si efectivamente era un pahueldún, goteará un líquido espeso que tiene la propiedad de curar los males físicos causados por el Trauco. Y estos son muchos, porque el Trauco es un personaje perverso. Verdadero sicópata del bosque, se instala sobre un tronco con inofensivo aspecto de contemplar el paisaje. Sin embargo, en cuanto aparezca una figura humana, caerá sobre ella el maleficio de su mirada o el nefasto poder de su aliento. Conviene advertir que su magia actuará de modo muy distinto según el sexo de la persona. Si es un hombre, se ensañará con él, causándole torceduras de cuello, muecas en el rostro, tullimiento de huesos y otros males en los que siempre se adivinará la intención de causar deformidades parecidas a su propio aspecto. ¿Y si la persona sorprendida por el Trauco es una mujer? Es este caso toda su furia se mudará en pasión amorosa, y ya no descansará hasta seducir a la dama, generalmente una joven que se ha internado imprudentemente en el bosque. Para conseguirlo recurrirá a la magia, sumiéndola en plácidos sueños, en los que aparecerá como un apuesto galán.
En: Floridor Pérez (comp.): Leyendas mitos y tradiciones de Chile. Santiago, Lo Castillo, 1985.
¿Cuál es el propósito comunicativo del texto leído?
Alternativas
A) Alertar sobre los peligros de encontrarse con el Trauco.
B) Informar sobre las costumbres principales del Trauco.
C) Contar las características y acciones del Trauco.
D) Criticar las actitudes negativas del Trauco.