El faro del fin del mundo

En una isla inhóspita y remota del extremo sur del mundo frente a la Tierra del Fuego argentina, acaba de inaugurarse un faro, con el fin de evitar que aquellos acantilados se conviertan en una trampa mortal para los barcos que cruzan de uno a otro océano. Tres hombres quedan encargados de su custodia y mantenimiento. Pero en la isla que creían desierta se ocultan unos forajidos sin escrúpulos que acumulan el botín de los barcos cuyo naufragio provocan ellos mismos. En una lucha desigual, los fareros opondrán el ingenio y la tenacidad a la inusitada violencia del grupo de piratas que, encabezados por Kongre, los atacan sin cuartel. Jules Verne (1828-1905), con un magistral equilibrio narrativo, dosifica la tensión de una historia pautada por el implacable transcurso del tiempo, que actúa como aliado del farero Vázquez. El sentido de la justicia y el heroísmo del hombre sencillo se nos presentan como un modelo de conducta humana en situaciones límite. Pero, a la vez, el novelista pone ante los ojos y la imaginación del lector la extraña belleza de una naturaleza virgen en una isla solitaria donde el mar impone su ley sobre los hombres.