Descripción

El edificio de la Penitenciaría Local se ubica en la esquina de las calles Waldo Seguel y Chiloé, a pocos metros de la Plaza Muñoz Gamero. Es parte del conjunto arquitectónico, de estilo neoclásico, conformado además por los edificios de Gendarmería y Carabineros. Su diseño original provino de la administración central, sin embargo, en el transcurso de su edificación sufrió modificaciones realizadas por el arquitecto Antonio Allende.

Su construcción se dividió en dos etapas: la primera, se ejecutó entre los años 1898 y 1906 y tuvo por objeto la construcción del edificio principal ubicado al interior del predio, ahí se construyeron celdas individuales para reos, las que se encontraban distribuidas en dos niveles en torno a un patio central. Posteriormente, desde el año 1904 se edificó la segunda etapa, situada frente a la calle Waldo Seguel, destinada originalmente a la Alcaidía, cuerpo de guardianes y otras dependencias en el primer piso y a las habitaciones del Alcaide en el segundo piso, con lo que se terminó la fachada principal. La obra está fabricada de hormigón, posee muros de ladrillo estucados, cerchas de madera y algunos tabiques interiores de madera. La fachada principal posee elementos neoclásicos, además consta de un muro de albañilería estucado con altura algo inferior a la de los edificios colindantes.

En su interior, los cielos de las celdas son de concreto, en forma abovedada y con aplicación de estuco; los demás recintos del edificio poseen cielos con entablados de madera. El patio techado posee cerchas de madera a la vista. La superficie construida es de 2.789, 06 m2 aproximadamente. La Penitenciaría fue desocupada el 18 de julio del 2003, a partir de esa fecha el espacio fue intervenido por artistas de la zona. Desde el 2007 fue utilizada como centro cultural sin cumplir oficialmente con esa función. En el marco del programa "Puesta en valor del Patrimonio", el 28 de octubre del 2009 fue declarado Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico, por su valor patrimonial, pues representa el único recinto penitenciario que tuvo la ciudad por más de un siglo, permaneciendo en la memoria de la comunidad. Se estableció un área de protección de 1.737, 56 m2. En el año 2013 la administración de este espacio fue traspasada a la DIBAM, organismo encargado de ejecutar el proyecto de restauración del inmueble, habilitándolo para el funcionamiento de la Biblioteca Pública Regional y el Archivo Regional de Magallanes. La remodelación busca el rescate patrimonial del centro urbano de la ciudad y conservar su memoria histórica.