Descripción

El pueblo de Nirivilo está ubicado en la comuna de San Javier, VII Región del Maule, en lo que fue el trazado del Camino Real, vía construida durante la Colonia por los españoles y que permitía la conexión con las provincias del Sur de Chile. La Iglesia de Nirivilo es representativa de la red de Iglesias Rurales del Maule. Su fecha de creación no es precisa pero dataría de fines del siglo XVIII. Está edificada a partir de elementos que provee su entorno y mediante sistemas constructivos tradicionales, tales como la tierra cruda o adobe y maderas nobles. La construcción responde al típico estilo neoclásico románico de construcción, con una nave de base rectangular, de proporción 1:3, de gran altura y terminada en un entramado de vigas de roble a la vista. La estructura de sus muros está conformada por albañilería de adobe, con un espesor de 120 cm soportado por un cimiento de piedras de río. La cubierta es de tejas de arcilla artesanal y la techumbre es a dos aguas. Está estructurada a partir de un sistema de cerchas de maderas nobles que amarran los muros longitudinalmente. Los espacios interiores destacan por ser austeros, pintados en color blanco y carecen de ornamentación sacra. Por sobre la techumbre se aprecia un pequeño campanario que sostiene una cruz.

La historia de este pueblo indica que habrían sido las mismas familias prominentes establecidas en la localidad, las que dieron el impulso y recolectaron los recursos para su construcción. Además, los restos de familiares de Bernardo O'Higgins vinculados al ejército patriota se encuentran enterrados en el templo, como era costumbre en la Colonia y durante toda la primera mitad del siglo XIX. Por estas razones, apelando a su calidad constructiva y a su rol dentro de la historia del poblado, la Iglesia de Nirivilo fue declarada Monumento Histórico en 1984.

Durante las últimas décadas la estructura ha sufrido sistemáticos deterioros, debido principalmente a los embates del clima y de los movimientos telúricos. Por ejemplo, en el año 2002 el altar y la sacristía se derrumbaron, debido al socavamiento que produjo en el adobe el escurrimiento de las lluvias, frecuentes e intensas en esta zona del país. Asimismo, sufrió serios daños a causa del terremoto de febrero de 2010, produciéndose grietas en sus muros, la caída total de uno de sus corredores y remoción de las tejas de arcilla. Tanto la comunidad como el Obispado de Linares abogaron por la restauración de su iglesia. El plan de reconstrucción post terremoto estuvo a cargo de la Dirección de Obras de la Municipalidad de San Javier y fue ejecutado por la constructora Ingetalk Limitada, la cual proyectó la entrega de la obra para las primeras semanas de febrero de 2014.