Descripción

Emplazado a 8 km al poniente de Licantén, en la VII Región, el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Lora constituye un hito arquitectónico en el pueblo, además de ser el nucleo de la actividad social, religiosa y cultural de la comunidad. Aquí se venera la Imagen de la Santísima Virgen María bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, introducida en el pueblo por los padres de la Orden de Santo Domingo.

El Santuario fue construído a finales del siglo XIX, en los terrenos cedidos por el padre de Úrsula y Graciela Fuenzalida, tal como lo indica la documentación histórica. Fue administrado por la antigua Diocésis de Santiago hasta 1925, cuando pasó a ser administrada por su par en Talca. Posee una superficie aproximada de 0,2 ha, y está construído en base a muros de adobe de unos 30 metros de largo y 6,30 metros de altura, lo que constituye el patrón de las iglesias rurales del Valle Central construídas en la época. El Templo está conformado por una nave central con dos corredores laterales. En su frontis se erige un antiguo vitral en el que se aprecia una corona sobre las iniciales de la Virgen. Su cubierta original es de dos aguas con techumbre de tejas, pero algunos sectores han sido reemplazados por zinc. Originalmente contó con un campanario y dos campanas, el que fue demolido debido a su mal estado de conservación.

Al interior del Templo se encuentra la imagen de la Virgen del Rosario a la cual el Santuario rinde culto y homenaje. Es una imagen de bulto vestida, es decir, solo son visibles su cara y manos talladas en madera policromada. Su pelo es humano y, según los registros parroquiales, perteneció a una joven lorina llamada Verónica Guerrero.

A parte de la riqueza arquitectónica que el Santuario constituye, también posee una de carácter cultural. Anualmente, el segundo domingo de octubre se celebra el tradicional rito del Baile de los Negros, donde una banda conformada por un bombo, 5 músicos y un número de "negros" danzantes, invitan a la comunidad a sumarse a su baile en honor a la Virgen. El Baile de los Negros de Lora fue reconocido en 2011 como Tesoro Humano Vivo por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, y UNESCO. Apelando a que tanto la Parroquia como los ritos de devoción que aquí se realizan constituyen una muestra de religiosidad popular de gran riqueza, es que en agosto de 2004 el Santuario Nuestra Señora del Rosario de Lora es declarado Monumento Histórico, con el fin de preservar estas características.