Descripción

La Ciudad de Curicó fue fundada por el gobernador José Antonio Manso de Velasco en 1743, como respuesta a la solicitud elevada por los vecinos de la zona. Al momento de su fundación, la localidad ya contaba con un importante número de habitantes, gran parte de los cuales pertenecían a ordenes religiosas, entre ellas la franciscana.

La historia de la Iglesia de San Francisco se remonta al año 1731, doce años antes de la fundación de Curicó, cuando monjes de la Orden Franciscana levantaron un templo en la zona. La iglesia original fue destruida por un terremoto, ante lo cual los monjes decidieron trasladarla a las inmediaciones del convento franciscano, ubicado en el centro de la recién fundada ciudad. El actual templo fue construido entre 1880 y 1899 e inaugurado en 1904. La construcción de estilo neogótico, corresponde a una sobria estructura de ladrillos a la vista, con arcos apuntados y una esbelta torre coronada por una aguja de 40 metros de altura. La estructura y la ornamentación del interior también es austera, destacando la presencia de la Virgen de la Velilla traída desde España en 1734.

Con el transcurso de los años, el edificio original experimentó un progresivo proceso de deterioro, principalmente como consecuencia de los terremotos de 1906, 1928 y 1985. En 1987 el templo fue abandonado por los franciscanos y pasó a manos de la Iglesia Católica, que lo mantuvo en uso hasta 2010, cuando un nuevo evento telúrico provocó el derrumbe de su fachada y de la torre. La restauración de este edificio patrimonial se inició en 2014 y continúa en proceso. La Iglesia de San Francisco de Curicó fue declarada Monumento Histórico en 1986, por su relación con la historia de la ciudad, además de sus significativos méritos arquitectónicos.