Descripción

En los alrededores de la Plaza de Armas de San Fernando se encuentra la antigua Cárcel Pública de la ciudad. El edificio es parte de la trama fundacional, junto a los principales inmuebles administrativos y eclesiásticos. Su construcción data de 1891, como parte de un plan que desarrolló un conjunto de obras emblemáticas locales, como el Acueducto y el Liceo Neandro Schilling. El edificio es de fachada continua y posee una superficie total de 2.622,39 m2. Está conformado según un sistema panóptico, en que los distintos pabellones distribuidos en dos niveles están unidos por un espacio central de vigilancia, de forma octogonal. Su área norte cobija el sector administrativo: el Juzgado, la ex casa del alcaide y el acceso principal. Este sector es de un piso, en albañilería de ladrillo estucada, con proporciones y tratamiento que hacen que el edificio de grandes dimensiones dialogue con la escala del entorno y de la ciudad. Su fachada cuenta con una cornisa de moldura lineal, vanos en sentido vertical y de arcos rebajados, además de pilastras neoclásicas. Su área sur posee dos niveles y concentra las celdas. Es una construcción con un volumen mucho mayor, a partir de una estructura de muros de albañilería trabada de ladrillo a la vista, con un espesor de 66 cm, vanos de proporciones regulares y arco rebajado. La cubierta del edificio es realizada con vigas de pino oregón, las cuales se insertan en el muro de albañilería quedando trabadas. Los entrepisos destinados a circulación en el segundo nivel son de madera, soportadas por estructuras de fierro forjado, apernados a los muros. El terremoto de 1985 provocó fracturas estructurales en diversos muros, que ha tenido por décadas al inmueble en un regular estado de conservación. También ha sufrido diversas modificaciones a lo largo del tiempo, como los muros de la casa del alcaide, que actualmente es utilizada, los cuales han sido reemplazados por tabiques generando problemas estructurales al inmueble. El año 2009 fue declarada Monumento Nacional. Aparte de su valor arquitectónico y la relevancia histórica para la ciudad, uno de los argumentos para su protección fue que este recinto penitenciario funcionó como centro de detención de la ciudad después del Golpe Militar de 1973.